Encuesta: la izquierda gana terreno frente a un PP al que penaliza el alza de la abstención

Así, el grupo de indecisos, votos en blanco y nulos rompe su techo y se dispara por encima del 25 por ciento. Parece haber cierta correlación entre el mayor peso de este colectivo y la menor intención de voto al Partido Popular de Galicia, que cae hasta el 22%, su peor cifra desde enero. En el barómetro de mayo los conservadores batieron su mejor marca a la vez que los indecisos caía.
 

Con todo, el PPdeG ganaría -como casi siempre- unas elecciones al Congreso y al Senado, pues le saca dos puntos en intención de voto al PSdeG. Los socialistas cortan una mala racha de barómetros a la baja, aunque es una recuperación tímida, se quedan en el 20%, lejos del casi 30% con el que empezaron el año.

La gran sorpresa de esta oleada la da Sumar. Los de Yolanda Díaz alcanzan su mejor marca con más del 5%, superando a su competidor más directo, Podemos. El leve descenso de los morados -se dejan un punto- no llega para explicar el subidón de Sumar, que crece más de tres. 

Quizá tenga que ver con la caída del BNG, que pierde dos puntos y ve como el PSOE se aleja mucho. Por la derecha, Vox no es capaz de beneficiarse de la caída del PPdeG. Con todo, el panorama para los de Santiago Abascal no es malo. De todos los partidos, las cifras de los ultranacionalistas españoles son los que menos volatilidad presentan. 
 

Su rival más directo, Se Acabó la Fiesta, sigue en la irrelevancia, con menos del 2 por ciento en intención de voto. Cuando los de Alvise Pérez dieron la campana en febrero, con el 5 por ciento, fue cuando Vox cosechó su peor porcentaje. Parece evidente, por lo tanto, que ambos pescan en el mismo caladero.

Teniendo en cuenta que para entrar en el reparto de escaños se necesita un mínimo del 3 por ciento en esa circunscripción provincial, ni SALF, ni Podemos, ni Sumar -pese a su notable recuperación- parecen en condiciones de luchar por un asiento en representación por Galicia. Vox, con casi el 10% y una intención de voto estable, debería tenerlo al alcance de la mano en A Coruña, provincia en la que se ha quedado con la miel en los labios en las dos últimas elecciones generales.