Profesores gallegos en segundo día de huelga se encierran en centros educativos y exigen a la Xunta un diálogo real
Un centenar de profesores ha pasado la noche en cinco centros de enseñanza de Galicia como parte de la huelga de 48 horas convocada por la CIG y el STEG, una protesta inédita desde los años ochenta. Reclaman a la Consellería de Educación un proceso de negociación inmediato que permita recuperar los derechos laborales recortados durante los últimos quince años.
Los encierros se realizaron en centros como CEIP Alborada de A Coruña, el IES Lucus Augusti de Lugo, el CEIP Amadeo Rodríguez Barroso de Ourense, el IES Valle Inclán de Pontevedra, el IES de Catabois en Ferrol y el CEIP Reibón de Moaña. En algunos casos, como en el de Pontevedra, los docentes comenzaron la acción mientras aún se desarrollaban las clases. Aunque en algunos presencia policial y llamadas de inspección educativa, no se registraron incidentes destacados.
Los profesores aseguran que solo buscan visibilizar el conflicto existente con la Consellería y forzar un cambio real en las políticas educativas autonómicas. Durante la noche, los participantes elaboraron pancartas, debatieron sobre la situación del profesorado y planificaron nuevas acciones en caso de que el Gobierno gallego mantenga su actual postura. El clima fue de colaboración y preocupación compartida ante lo que los sindicatos describen como una parálisis total del diálogo con la Xunta.
Descentralización de las protestas
En la segunda jornada de la huelga, las movilizaciones se desplazan a las delegaciones territoriales de Educación en las cuatro capitales gallegas. Las manifestaciones comienzan a las 11:30 de la mañana y finalizarán con la lectura de un manifiesto común. Los sindicatos destacan el simbolismo de llevar las demandas “desde las aulas hasta los despachos” del Gobierno autonómico.
La CIG-Ensino defiende que la huelga y las ocupaciones “no son un gesto aislado, sino una reivindicación sostenida” dirigida a revertir los recortes acumulados desde 2010. Según explican, el número de docentes en Galicia se ha mantenido congelado en 34.424 plazas desde hace cuatro años, a pesar de la subida de alumnado y de los nuevos retos del sistema educativo.
Desde STEG señalan que "os obxectivos desta folga inclúen a redución da carga lectiva do profesorado de secundaria e FP, que está por riba da da maioría das comunidades autónomas, até as 18 horas lectivas semanais, e do de primaria até as 21 horas". "As demandas do profesorado inclúen tamén a redución inmediata e real, sen excepcións, do número de alumnado por grupo, para poder garantir unha atención educativa de calidade", añaden.
La Xunta mantiene su versión
Desde la Xunta de Galicia, el conselleiro de Educación ha reiterado que los presupuestos autonómicos de 2026 contemplan un refuerzo en el capítulo de personal y la creación de 1.500 nuevas plazas docentes. Sin embargo, la CIG y el STEG rechazan esta información y sostienen que la cifra “solo responde a las sustituciones por jubilación” y no a nuevos refuerzos reales. También denuncian que un tercio de las plazas ofertadas en las últimas oposiciones quedaron desiertas, lo que interpretan como prueba de una mala planificación en la política de personal.
El Ejecutivo gallego ha insistido en que mantiene “las puertas abiertas al diálogo”, aunque no ha concretado una fecha para retomar las conversaciones con los sindicatos. Por su parte, la Consellería defiende que los incrementos presupuestarios previstos “reflejan un compromiso claro con la mejora de la educación pública”, aunque los docentes consideran que las cifras son insuficientes y meramente propagandísticas.
Además el conselleiro de Educación Román Rodriguez ha intentado vincular la protesta con la oposición. Desde su punto de vista, estamos ante una acción de propaganda del BNG siguiendo el dictado de agitar las calles lanzado desde el partido más importante del frente, la UPG.
El papel del resto de los sindicatos
Otros sindicatos del sector, como CCOO y UGT, no se han sumado a esta huelga, aunque reconocen que algunas de las demandas de la CIG y el STEG son compartidas. Ambas organizaciones prefieren, sin embargo, agotar las vías de negociación en las mesas sectoriales antes de recurrir a medidas de presión más duras. En los últimos días han emitido comunicados en los que subrayan que una huelga general de este tipo “debería ser el último recurso” y reclaman a la Xunta que reactive los canales de negociación.
Este distanciamiento entre centrales sindicales ha fragmentado la respuesta del profesorado, aunque el seguimiento de la huelga está siendo significativo en centros urbanos y especialmente en la enseñanza secundaria. Las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo al profesorado encerrado, que defienden su acción como “una forma pacífica y legítima de defensa del derecho a una educación pública de calidad”.
Las dos centrales convocantes no descartan extender las protestas si no hay avances inmediatos.. La secretaria nacional de la CIG-Ensino, Laura Arroxo, recordó que los recortes acumulados han deteriorado la carga lectiva, la atención a la diversidad y la estabilidad del profesorado interino”.
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