Besteiro, en la cuerda floja por el caso Tomé; el PSdeG, pendiente de Inés Rey
¿Sobrevirá José Ramón Gómez Besteiro al frente del PSdeG-PSOE? Esta es la pregunta que se hace toda la clase política gallega después de que el líder admitiese ayer que conocía las denuncias contra José Tomé antes de que saltasen a la esfera pública. Sus posibilidades de supervivencia son, a priori, dudosas.
La línea de defensa de Besteiro pasa por alegar que las denuncias le llegaron a través de una persona interpuesta, no por parte de las denunciantes; que la dirección se las planteó al alcalde de Monforte, que éste las negó en varias ocasiones, y que Besteiro animó a denunciar.
"Cuando no había denuncia, hace unas semanas, en octubre, una persona nos pidió ser escuchada. Yo mismo quise atenderla personalmente. No hablaba en su nombre, sino que relataba presuntas conductas machistas que afectaban a una tercera persona", explicó el viernes. Insistió en que su respuesta fue "atender a la persona y escucharla" y "que animase a la víctima a denunciar".
Dado el carácter anónimo de las acusaciones y que el aludido las rebatió, el asunto no trascendió a la esfera pública ni se tomaron medidas disciplinarias contra Tomé.
Sin embargo, esta argumentación adolece de varias vías de agua.
La principal, cuando Cuatro le preguntó si sabía de las acusaciones, antes de dar la primicia de las quejas, Besteiro fue tajante, indicó que “no tenía constancia”. Por cierto, el abordaje a líder durante un acto en Madrid antes de que saltase el escándalo apunta a que desde el principio el fuego amigo que supuestaente ha desatado esta crisis buscaba cobrarse no solo la cabeza de Tomé, también la de Besteiro.
Por encima, en cuanto las denuncias saltaron a los medios de comunicación, Besteiro sí ejerció la presión necesaria para forzar la salida de Tomé, algo que no hizo o no supo hacer antes.
Políticamente, es evidente que en un primer momento Besteiro no tomó el toro por los cuernos. Durante dos días, se refugió en el argumento de que las denuncias habían sido presentadas por el canal anónimo de quejas contra el acoso sexual que controla Ferraz y no el PSdeG, por lo que él no podía conocerlas. Durante dos días ocultó que él sí sabía de las quejas, aunque fuese por otra vía.
Así las cosas, es evidente que la explicación del lucense resultará insuficiente a los que dentro del PSdeG son críticos con su gestión, que no son pocos. “Si la dirección del PSdeG supo del acoso y no lo hizo público, debería dimitir”, señaló ayer Blas García, alcalde de Ames, antes de la comparecencia de Besteiro. Varios alcaldes y otros cargos socialistas en la provincia de Ourense han lanzado un comunicado en las últimas horas en el que reaccionan al caso de denuncias por supuesto acoso contra el que era presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, y aseguran que "quien oculta, ampara, relativiza o ralentiza las investigaciones se convierte en cómplice y, como tal, también debe asumir sus responsabilidades y dejar todos los cargos".
La supervivencia del lucense depende en buena medida de cómo reaccionen las mujeres referentes del socialismo gallego. Por ahora, no pinta bien la cosa para el secretario xeral.
La secretaria de Igualdade del PSdeG, Silvia Fraga, ha presentado su dimisión en la Ejecutiva Nacional de los socialistas gallegos celebrada este viernes reprochando a la dirección que no se consultase con ella el primer comunicado lanzado por el partido tras trascender las denuncias contra el hasta ahora presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé. Ese comunicado ocultó que la dirección sabía de las denuncias, aunque fuese a través de una persona interpuesta.
Muchos ojos dentro del partido se dirigen ahora a Inés Rey. La alcaldesa de A Coruña no solo es la mujer con más poder en el PSdeG, también es considerada por muchos como la gran esperanza blanca para enderezar un socialismo gallego que, en términos electorales autonómicos, está en mínimos.
Antes de la rueda de prensa de Besteiro, Rey ya se mostró molesta con la gestión de la crisis por parte de la dirección autonómica. Dejó este mensaje crítico en los micrófonos del Hoy por Hoy, uno de los referentes informativos del PSOE.
Está por vercomo la alcaldesa reacciona a la revelación del viernes. Por ahora, se ha limitado ha aplaudir a Silvia Fraga, que dimitió molesta con la gestión de la crisis por parte de Besteiro y Lara López.
Todo esto sucede, por encima, en un contexto en el que muchas feministas dentro y fuera del PSOE piden cabezas. No solo la de Besteiro, algunas también piden la de Pedro Sánchez, por la tardanza con la que Ferraz en tramitar las quejas de acoso presentadas a través del polémico canal. Sánchez, hasta ahora el gran valedor de Besteiro, también está contra las cuerdas. ¿Lo dejará caer?
Dimite la secretaria de Igualdade del PSdeG, Silvia Fraga, crítica con la gestión del caso Tomé
Escribe tu comentario