Regresan los pogos, el baile y la charanga al Revenidas, en donde nadie se kalla nada
Con el fin de las restricciones por la pandemia, el Revenidas recuperó la esencia que lo caracteriza: un festival desenfrenado, con el baile y las sonrisas de protagonistas.
Con el fin de las restricciones por la pandemia, el Revenidas recuperó la esencia que lo caracteriza: un festival desenfrenado, con el baile y las sonrisas de protagonistas.
La Pegatina, Boikot y Ketekalles fueron las bandas estrella de la segunda jornada. Hoy será la oportunidad de ver en directo a Talco, prácticamente residentes en Vilaxoán, SFDK o Bratzantifa.
Si echamos la vista un año atrás encontramos un Revendias rebosante, con ganas de saltar, bailar y gozar de la música, pero encorsetado en una mascarilla y en un asiento que nos obligaba a ver el espectáculo sentados y ordenados. Nada que ver con lo que se vivió ayer en Vilaxoán, donde el alboroto, las sonrisas y el exceso volvieron a ser protagonistas de un festival que recuperó su espíritu desenfrenado, ese que ni la pandemia pudo reducir.
En su segunda jornada, y después de un pistoletazo que duró tres horas con Boyanka Kostova y amigos encima del escenario, el festival arousano volvió a poner el listón muy alto en una jornada que, pese a ser entre semana, atrajo a una buena cantidad de público, sobre todo en las horas de los cabezas de cartel.
SEGUNDO ASALTO
Gatibu, Suu o Laura Montagne amenizaron la velada en los primeros compases, arrancando la fiesta a las 18 horas. En un Parque de Dona Concha vestido de gala y con todas las comodidades para los festivaleros (foodtrucks, mesas donde disfrutar de la cena, una iluminación cálida…), el Revenidas fue cogiendo impulso para la vuelta de la verdadera charanga, la que lleva por bandera La Pegatina.
Con su estilo rumbero y buenrollero, La Pegatina, que tiene una querencia especial por esta tierra, ofreció todo aquello que propone: saltos, pogos, risas y canciones coreadas por un público entregado. Con una escenografía cuidada y adaptada a cada tema, la banda hizo botar a todo el recinto, que se inclinaba, como no podía ser de otra forma, por sus temas clásicos, como ‘Se fue’, ‘Y volar’ o la inmortal ‘Lloverá y yo veré’.
Punto a favor de La Pegatina: en esta ocasión, con motivo de los “lololo” de ‘Gat Rumberu’, la banda no activó el cañón de confeti como les hemos visto hacer tantas y tantas veces, provocando una lluvia de papelitos. Si bien es visualmente mucho más impactante, la banda sustituyó los microplásticos por globos gigantes que lanzaron al público y fueron rebotando de un lado a otro. Quién sabe si por una apuesta por la sostenibilidad o si conscientes de que, tan cerca del mar, todo ese plástico acabaría en el agua, con la amenaza que supone para peces y aves, pero la realidad es que en esta ocasión La Pegatina adaptó su espectáculo haciéndolo más respetuoso con el entorno.
SIN CAOS EN KETEKALLES
Fue el turno de sus paisanas de Ketekalles, una banda con una marcada reivindicación feminista tanto en sus letras como en su propuesta, mezcla de estilos que van desde el rock hasta el soul pasando por la rumba flamenca. Dinámicas y rompedoras, con una estética punk, la banda supo sobreponerse a algunos problemas en el audio, especialmente en los primeros temas, que sin embargo no las pusieron contra las cuerdas en ningún momento, ya que el público hizo que jugasen en casa, por lo que en esta ocasión no hubo ningún caos que remendar.
A aquellos a los que les sobraba energía -o que no tenían que madrugar mañana- les quedó fuerza para acompañar a Boikot y a la Duendeneta en su segundo pase del día para cerrar la jornada del jueves. Hoy saldrán a escena Lendakaris Muertos, SFDK o Talco. Llegamos al ecuador del Revenidas y esto no ha hecho más que empezar. Que pase el siguiente.
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