La enorme huella ecológica de la IA lleva a China a buscar alternativas en el océano y a Google en el espacio
La enorme capacidad de computación que usa la Inteligencia Artificial hoy implica el consumo de ingentes cantidades de agua y energía. Dado que el consumo actual es nimio comparado con lo que exigirá en el futuro, se ha desatado una carrera para buscar soluciones.
Sin embargo, estas instalaciones masivas de servidores, cruciales para el cómputo, están generando desafíos críticos relacionados con el consumo de energía y agua.
La crisis del agua
Los centros de datos consumen grandes cantidades de electricidad y cientos de miles delitros de agua al día para disipar el calor residual que generan sus servidores. Esta alta demanda hídrica está poniendo a los centros de datos en competencia directa con las necesidades de supervivencia humana, como la agricultura y el agua potable. Muchas compañías han situado sus centros de datos en algunas de las regiones más secas del mundo, como Arizona, partes de España y Oriente Medio. Esto se debe a que el aire seco reduce el riesgo de daños por humedad al equipo.
Refrigeración terrestre
Aproximadamente el 40% de la electricidad de un centro de datos ordinario se destina a la refrigeración. Esto se logra principalmente enfriando el agua, que luego se rocía en el aire que circula alrededor de los servidores o se deja evaporar.
Para abordar las preocupaciones sobre el agua y la sostenibilidad, China está invirtiendo en una ubicación radicalmente nuevas: el océano. En junio de 2025, comenzó la construcción de un centro de datos submarino alimentado por energía eólica a unas seis millas de la costa de Shanghái, uno de los centros de IA del país. Los centros de datos submarinos utilizan tuberías para bombear agua de mar a través de un radiador en la parte posterior de" los racks de servidores".
El agua absorbe y disipa el calor. La empresa detrás del proyecto de Shanghái, afirma que este diseño utiliza al menos un 30% menos de electricidad que los centros de datos en tierra, gracias a la refrigeración natural.
El proyecto de Google: infraestructura de IA en el Espacio
Google está explorando otra frontera radical con Project Suncatcher, un "moonshot" (proyecto ambicioso y de alto riesgo) que busca escalar la capacidad de cómputo de aprendizaje automático (Machine Learning) en el espacio.
Si alguien la crea, todos moriremos
Escribe tu comentario