Quirónsalud recuerda que el peso de las mochilas es responsable de dolores de espalda y de pies en los niños
El peso excesivo en la espalda de los más pequeños puede provocar problemas en los pies, pero también en la espalda o los hombros.
El peso excesivo en la espalda de los más pequeños puede provocar problemas en los pies, pero también en la espalda o los hombros.
Ajustar bien las mochilas, no llevarlas en un solo hombro y un calzado adecuado son las principales recomendaciones desde Quirónsalud para evitar problemas mayores.
Con la vuelta al cole, los niños y niñas vuelven a cargar sus mochilas, pero no con la toalla y las gafas de buceo del verano, sino con los libros, libretas, estuches, carpetas y un sinfín de cosas más que les exige la rutina escolar. Con tanto peso a las cuestas, muchos pequeños desarrollan problemas de espalda o en los pies, por lo que desde Quirónsalud recuerdan la importancia de evitar que carguen con más peso del necesario.
La doctora Marta Zumaquero, especialista de la Unidad de Podología, indica que los pies son los primeros en resentirse. “Llevar peso en la espalda repercute en nuestros pies, ya que recae la totalidad de nuestro peso sobre ellos y un aumento de la carga incrementa el estrés en la estructura del pie. Esto puede llegar a provocar diversos problemas en nuestra pisada”, incide.
Sobre los problemas derivados de soportar peso en la espalda, Zumaguero enumera una larga lista que van desde sobrecargas musculares hasta tendientes, roturas fibrilares o incluso callos y durezas en edades tempranas. “También es importante señalar los problemas que puede provocar el peso en la espalda en partes como las rodillas, la zona lumbar, la cadera e incluso a las cervicales por consecuencia de malos hábitos en este sentido”, reflexiona.
“Uno de los principales consejos es ajustar la maleta en las asas para que el niño lleve la maleta escolar pegada al cuerpo y no la lleve colgando. Además, es muy importante llevar el peso por igual en ambos lados, es decir, no llevar la mochila solo colgado en un hombro, para evitar sobre todo posibles desviaciones de columna", aconseja la especialista.
Los zapatos también son un asunto importante, por lo que receta un calzado “con un contrafuerte no muy rígido” en pro de un zapato “estable y flexible”. “A la hora de comprar el calzado, hay que tener en cuenta no fiarnos siempre del dedo pulgar del pie como se suele hacer para comprobar si la talla es correcta o no, ya que hay niños que por su propia forma del pie tienen el segundo dedo más largo que el pulgar y una talla errónea puede desembocar en problemas en los pies”, explica, ofreciendo a su vez un estudio biomecánico para prevenir a los pequeños de lesiones y patologías.
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