Los expertos de Quirónsalud advierten sobre el herpes zóster: más que una "culebrilla" y una erupción

El virus de la varicela zóster es, para los que lo han sufrido, mucho más que una pequeña erupción cutánea. Detrás de esa "culebrilla" se esconde una enfermedad que entraña muchos riesgos y sobre la que pone el foco el doctor Rubén Álvarez, especialista de Quirónsalud. Este virus, causante de la varicela, se super en muchas ocasiones " sin complicaciones, sin complicaciones", pero los peligros pueden revelarse mucho después: "El virus se queda alojado en las raíces nerviosas, para reactivarse meses o años más tarde causando lo que se conoce como herpes zóster".

Si bien su incidencia es relativamente baja -de 3 o 4 casos por cada millar de habitantes-, su riesgo aumenta a partir de los 50 años -un 33% de las personas mayores de 50 pueden padecer herpes zóster, siendo especialmente sensibles los pacientes inmunodeprimidos o con enfermedades crónicas- y se multiplica pasados los 80. 

Dolor intenso en la zona afectada y la aparición de manchas rojas en la piel con una erupción conocida como "culebrilla" son los primeros síntomas detectables del virus. Cuando sana la erupción, puede quedar dolor en el nervio que puede prolongarse durante meses o incluso años. Es, como especifican los expertos, "un dolor ardiente, seguido de unas vesículas o manchas rojas en la piel que pueden convertirse en como una cinta o cinturón que rodea al cuerpo, es un dolor muy intenso, como una sensación de quemazón o eléctrica".

No obstante, lo realmente relevante del herpes zóster son los riesgos asociados a su aparición, como la pérdida de visión o audición, vértigos, parálisis facial o complicaciones que pueden conllevar a un ictus. Con todo, Álvarez recuerda que "existe tratamiento farmacológico". "Hay técnicas de infiltración cerca de la raíz nerviosa lesionada, que es un tratamiento muy eficaz a medio plazo para aliviar los momentos más duros de esta dolencia", indica.

No obstante, la principal recomendación es la prevención a través de la vacunación, siendo esta "la forma más efectiva" de combatir el virus, recomendada a partir de los 50 años en la población general y a partir de los 18 años en pacientes con mayor riesgo. Está specialmente indicada para personas con trasplante de órganos, infección por VIH, hemopatías malignas o tratamientos inmunodepresores.

"Haber padecido herpes zóster previamente no protege contra futuros episodios, por lo que la vacunación sigue siendo recomendada incluso en este grupo de población", concluyen desde Quirónsalud.