"No somos esclavas" claman trabajadoras de residencias en huelga en un acto de Rueda
El conflicto por el convenio colectivo de las residencias de A Coruña sigue enquistado, con la cuarta jornada de huelga prevista para finales de mes. Las huelguistas se han presentado hoy en un acto de la Xunta en la Cidade da Cultura.
Un grupo de trabajadoras de residencias privadas y centros de día, convocadas por el sindicato CIG, se han concentrado este martes ante un acto del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en Santiago de Compostela.
En una jornada en la que se ha celebrado el Foro del Noroeste, organizado por Prensa Ibérica, alrededor de una docena de trabajadoras han protestado a unos metros del Edificio CINC de la Cidade da Cultura en el que ha intervenido Rueda.
Un cordón policial ha impedido que pasasen de la parte de arriba de unas escaleras próximas al edificio, si bien las sirenas, cánticos reivindicativos y ruidos con silbatos se han podido escuchar durante las intervenciones en este evento.
Las trabajadores han secundado varias jornadas de huelga en demanda de un convenio "digno". Allí, han coreado, megáfono en mano, consignas como 'Non somos escravas, somos traballadoras!' . También portaba carteles con la cara de la conselleira de Política Social, Fabiola García, en los que se podía leer: "Responsable de la precariedad en las residencias de mayores".
El conflicto laboral en las residencias de mayores de la provincia de A Coruña, mantiene en vilo a trabajadoras, empresas y familias ante la falta de avances en la negociación de un convenio colectivo. Las empleadas, mayoritariamente mujeres, denuncian salarios por debajo del mínimo interprofesional de 1.134 euros, contratos parciales forzosos, turnos agotadores y una sobrecarga de trabajo que compromete la atención a los residentes. La Confederación Intersindical Galega (CIG) lidera las protestas, con huelgas convocadas los días 10 y 22 de abril, y 7 y 21 de mayo.
El sindicato exige un convenio que equipare los derechos de las trabajadoras a los de otros servicios esenciales y critica a la patronal por priorizar beneficios económicos sobre la calidad del cuidado. También apunta a la Xunta de Galicia, acusando a la conselleira de Política Social, Fabiola García, de desinterés al no mediar en el conflicto ni responder a solicitudes de diálogo desde septiembre de 2024. Las trabajadoras advierten que la falta de personal y recursos, junto con decisiones como la de ingresar a personas con dolencias psiquiátricas en residencias sin preparación adecuada, pone en riesgo a los mayores.
Por su parte, la patronal, que incluye a grandes empresas como DomusVi o Caser, sostiene que un convenio con mejoras significativas encarecería los costos y ahuyentaría inversiones, manteniendo una postura rígida que ha paralizado las negociaciones. La Xunta, en tanto, se desmarca, considerando el problema un asunto entre privados, aunque la directora territorial de Política Social ha prometido trasladar las demandas a la conselleira sin compromisos concretos.
Las familias, afectadas por los ajustes en los servicios durante las huelgas, ven con preocupación cómo la precariedad laboral impacta en la atención a los residentes, en una provincia donde 279.232 personas superan los 65 años y las 6.973 plazas en residencias apenas cubren el 2,5% de la demanda pontencial.
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