Los nuevos tratamientos contra el Alzheimer sirven para unos pocos casos, indican expertos
En los últimos meses, el campo de la investigación médica ha dado un paso de gigante en la lucha contra el alzhéimer, una enfermedad que afecta a cerca de 900.000 personas en España y que en Galicia tiene una incidencia especialmente alta debido al envejecimiento de su población. in embargo, los expertos recuerdan que no todos los pacientes pueden recibirlo.
La tercera mesa redonda de la jornada en el HUB Alzheimer de Barcelona ha puesto el foco en un aspecto clave del nuevo escenario terapéutico: ¿a quién se podría tratar con los nuevos fármacos?
En abril de 2025, la Comisión Europea dio luz verde a lecanemab, comercializado como Leqembi, el primer fármaco capaz de ralentizar el avance del alzhéimer en etapas iniciales, reduciendo hasta un 27 % el deterioro cognitivo a lo largo de 18 meses.
Moderada por la Dra. Mercè Boada (ACE Alzheimer Center), la conversación entre cuatro referentes en neurología ha dejado claro que el diagnóstico clínico ya no es suficiente. Juan Fortea (Hospital de Sant Pau) ha defendido que “hay consenso absoluto en que el diagnóstico debe ser clínico y biológico”, apelando al uso sistemático de biomarcadores. A pesar de ello, menos del 20% de los pacientes han recibido este tipo de diagnóstico incluso en centros especializados" cabe añadir que en centros no especializados llega a ser del 8%.
Marc Suárez-Calvet (BarcelonaBeta) y Albert Lladó (Hospital Clínic) han coincidido en que es urgente reducir los plazos actuales, que pueden alargarse hasta tres años desde la primera queja hasta la evaluación clínica. “Si queremos que los tratamientos sean efectivos, hay que actuar precozmente”, ha afirmado Lladó, quien también ha alertado sobre la inminente sobrecarga asistencial.
El fármaco más avanzado es lecanemab, comercializado como Leqembi, que ha sido aprobado recientemente por la Agencia Europea del Medicamento. Se trata de un anticuerpo monoclonal que actúa directamente sobre las placas de beta-amiloide en el cerebro, una de las características distintivas del alzhéimer. Su administración intravenosa quincenal ha demostrado reducir hasta un 27 % el deterioro cognitivo en pacientes en fases iniciales, siempre que cumplan ciertos criterios genéticos y biológicos, como la presencia de biomarcadores específicos y la ausencia de determinadas variantes del gen ApoE4, asociadas a un mayor riesgo de efectos secundarios.
Otro fármaco prometedor es donanemab, aún en proceso de evaluación por parte de las autoridades europeas, que actúa con un mecanismo similar y podría aprobarse hacia finales de 2025. A estos avances se suman nuevas líneas de investigación que exploran fármacos orales o subcutáneos, como los agonistas GLP-1, usados originalmente para tratar la diabetes, que podrían ofrecer una alternativa más cómoda de administración.
En Galicia, donde se estima que más de 70.000 personas viven con algún tipo de demencia, el impacto de estos nuevos tratamientos puede ser significativo. La comunidad concentra una de las poblaciones más envejecidas de Europa, con un 25,7 % de habitantes mayores de 65 años. Esta realidad convierte a Galicia en un territorio especialmente sensible a la evolución de estas terapias, aunque también plantea desafíos importantes. Para que estos fármacos lleguen realmente a quienes los necesitan, será imprescindible reforzar el sistema de diagnóstico precoz. Esto implica disponer de tecnología de imagen cerebral, análisis de líquido cefalorraquídeo y personal especializado capaz de identificar los casos en fases muy tempranas, cuando la medicación puede ser efectiva.
La mesa ha destacado el reto formativo del personal sanitario ante un escenario aún incierto. “El 94% de pacientes no serán candidatos a estos tratamientos. Saber decir que ... seguir leyendo en Catalunyapress.es .
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