Protesta en Santiago de mutualistas contra el cierre de la oficina de Muface en la capital gallega

Esta mañana decenas de personas se concentraron a las puertas de la oficina de Muface en Santiago de Compostela. Convocados por la CIG, que hizo un llamamiento a los más de 91.000 usuarios del servicio de Muface en la comunidad gallega, los mutualistas protestaron por la decisión de cerrar el centro compostelano, con el grave perjuicio que supone para todos los que eran atendidos en estas instalaciones. 

AFECADOS EN SANTIAGO Y ALREDEDORES

Solo en personal docente son casi 28.000 los usuarios en activo en Galicia y desde la CIG recuerdan que para algunos colectivos la condición de mutualista es "obligatoria" con independencia del tipo de prestación sanitaria que escojan, aunque en los últimos años muchos funcionarios se están decantando por el SERGAS. 

"Muface gestiona, entre otras, la prestación por incapacidad temporal, la tramitación de la tarjeta sanitaria europea y la atención sanitaria en el extranjero, así como prestaciones y ayudas sociosanitarias para las personas mutualistas y las beneficiarias que dependan de ellas", detallan desde el sindicato, donde denuncian que el único argumento para apoyar el cierre de las oficinas santiaguesas es la fatal de personal. 

Así lo explicitaron desde el Gobierno de España después de que las dos plazas que salieron a concurso quedasen desiertas, lo que deja a un solo trabajador en las oficina, que principalmente se utiliza para el visado de recetas, un servicio que quedará en un segundo plano en cuanto entre en vigor la receta electrónica para quienes tengan asistencia privada.

"CHANTAJE" DE ADESLAS Y ASISA

"Durante la reunión el representante de la CIG volvió a insistir en que el desmantelamiento de la atención directa a las personas mutualistas supone un ejemplo más del deterioro de los servicios públicos. En un primer momento, la digitalización implicó una reducción de puestos de trabajo, dado que son las propias personas usuarias las que realizan todos los trámites. Sin embargo, la administración del Estado presenta graves carencia de personal, lo que, unido a lo anterior, supone un empeoramiento en la calidad de la asistencia que se presta a la ciudadanía, en este caso a las personas mutualistas obligatorias y a sus beneficiarias", subrayan desde la CIG, que aprovechan para reprochar a las aseguradoras el "chanataje" al que sometieron al Gobierno durante el último concurso. 

"A pesar de este incremento (millonario) la calidad asistencial no dejó de empeorar por parte de estas dos entidades privadas", reprende el sindicato, a la vez que agrega que en el caso de Compostela, y desde enero de 2024, "no hay asistencia a partos ni para aseguradas de Adeslas ni de Asisa y durante unos meses este año no se prestó el servicio de urgencias hospitalarias para las personas adscritas a la primera".

"De mantenerse esta decisión, implicará que las personas mutualistas de Compostela solo podrán resolver o bien de forma telemática o presencialmente desplazándose a las oficinas de A Coruña", insiste la CIG, que aboga por mantener operativo el centro de Santiago.