Hallan el cuerpo de un niño ahogado en la cantera de Pedras Miúdas, Catoira
Un gran dispositivo de emergencias se desplegó durante la tarde del jueves en la localidad pontevedresa de Catoira tras el aviso de la desaparición de un joven de 14 años mientras nadaba en la laguna de Pedras Miúdas. La movilización de recursos fue inmediata, pero los esfuerzos resultaron infructuosos: el adolescente fue localizado sin vida varias horas después bajo el agua, lo que ha provocado una profunda conmoción en la comarca. En 2020, Sanidade había prohibido el baño allí.
La alarma se produjo poco después de las seis y media de la tarde, cuando un amigo del menor, que presenció el suceso, contactó con el 112 Galicia alertando de que su compañero llevaba más de dos minutos sumergido sin dar señales de vida. El testigo consideró imposible que el chico saliera del agua por otro punto de la laguna, insistiendo ante los servicios de emergencia en que debía seguir sumergido dentro del mismo espacio lacustre. Esta percepción resultó determinante para orientar todo el operativo de búsqueda.
En el año 2020, el Ayuntamiento de Catoira pidió un informe a la Xunta sobre la zona de baño en la antigua cantera. La Administración lo denegó aduciendo el riesgo de los accesos y que no había análisis químicos del agua, algo especialmente peligroso al tratarse de una cantera en desuso. Se instalaron carteles prohibiendo el baño.
Según fuentes del Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) de Galicia, de inmediato se activó un dispositivo que integró equipos de rescate especializado, como los Bomberos del Salnés equipados para intervenciones acuáticas, efectivos del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Padrón, Protección Civil de Catoira y agentes de la Guardia Civil. Las autoridades también alertaron a los servicios sanitarios del 061, preparados en el área aunque desde el primer momento la gravedad de la situación era evidente, dado el tiempo transcurrido desde la desaparición.
Búsqueda a contrarreloj y dificultad por la profundidad
Al llegar al escenario del suceso, los primeros agentes constataron que el joven seguía bajo el agua. Las labores de rescate se dificultaron al confirmarse la notable profundidad de la laguna, que supera los 30 metros en algunos puntos, obligando a modificar la estrategia inicial y a solicitar refuerzos especializados. El Servizo de Gardacostas de Galicia sumó a buzos profesionales, apoyados además por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y un dron submarino desplazado desde Vigo, para maximizar las posibilidades de localización en un entorno tan complejo.
Según las informaciones recabadas, el menor —vecino de Caldas de Reis— se encontraba disfrutando de una tarde de baño junto a su hermano y un amigo cuando decidió lanzarse al agua. Fue este último quien tras comprobar la ausencia prolongada bajo la superficie, alertó a los servicios de emergencia, desencadenando la movilización de todos los efectivos posibles. El alcalde de Catoira, Xoán Castaño, se personó de inmediato en la zona para coordinar junto a Protección Civil y seguir de cerca el desarrollo de las operaciones,.
Mientras proseguían las tareas de búsqueda, también fue movilizada una unidad del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, que prestó apoyo emocional a familiares, amigos y vecinos que se acercaron con preocupación creciente a la laguna de Pedras Miúdas a medida que pasaban las horas y no había noticias alentadoras.
Hallazgo del cuerpo y cierre del dispositivo
Finalmente, en torno a las nueve, pasadas varias horas desde el momento de la desaparición, los buzos de Gardacostas consiguieron localizar y rescatar el cuerpo sin vida del joven a gran profundidad. El hallazgo del cadáver puso fin a la angustia del operativo, aunque certificando el peor desenlace posible. Los sanitarios desplazados tan solo pudieron confirmar el fallecimiento del adolescente, mientras la zona quedaba acordonada a la espera de cumplimentar los preceptivos trámites judiciales y forenses.
Por el momento no ha trascendido información pública adicional sobre las causas exactas que pudieron dificultar la salida del joven del agua, ni si existían circunstancias particulares que incrementasen el riesgo en ese punto concreto del embalse, conocido por su profundidad y aguas frías. Desde las fuerzas de seguridad todavía no se ha realizado ninguna valoración sobre los motivos por los cuales el adolescente no logró salir a la superficie tras lanzarsa.
La laguna de Pedras Miúdas es un espacio frecuentado por vecinos y turistas, especialmente en verano. Con todo, fuentes de emergencia han recordado que este tipo de entornos puede entrañar un peligro adicional en caso de no extremar las precauciones, especialmente en zonas profundas o cuando se desconoce el fondo lacustre.
El suceso ha reabierto el debate social sobre la necesidad de extremar la prudencia en los espacios acuáticos, especialmente en días de intenso calor y durante el periodo estival, cuando se multiplican las actividades recreativas y el riesgo de incidentes similares aumenta de forma notable, sobre todo en lugares que carecen de servicios de vigilancia o socorrismo.
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