Familia denuncia acoso escolar en el IES Coruxo de Vigo

Según la documentación trasladada por la familia al IES Coruxo que recoge Faro de Vigo, el acoso habría comenzado ya en 1º de ESO, cuando dos compañeras iniciaron una «batalla» contra la alumna, dejándola aislada y «marginada» dentro del aula. La adolescente verbalizó en casa su sufrimiento con frases como «me quiero morir».

Los padres dicen que pusieron la situación en conocimiento de la orientación del centro, pero, según exponen en el escrito registrado el 17 de noviembre, no hubo un abordaje en profundidad del caso en aquel momento. En este curso, la situación habría empeorado, con episodios de hostigamiento verbal más frecuentes que provocaron que la menor regresara a casa «llorando desconsoladamente» e incluso tuviera que ser recogida por su familia en el propio instituto en varias ocasiones.

La madre se queja de lentitud por parte de la Xunta y el Instituto. Relata que informó al instituto de los episodios de acoso ya en septiembre, al inicio de curso, pero el protocolo de acoso escolar no se abrió hasta mediados de noviembre. No fue hasta hace nada, el 15 de diciembre de 2025 cuando se emitió un dictamen formal reconociendo que la alumna sí estaba siendo víctima de bullying en el centro educativo.

La Consellería de Educación y la dirección del IES Coruxo no han detallado públicamente, por el momento, qué actuaciones específicas se adoptarán en este caso, aunque la administración autonómica defiende en otros expedientes que se activan los protocolos previstos y se refuerza la prevención en los centros.

La familia alega desconoce qué medidas concretas se aplicarán para proteger a su hija a la vuelta a las aulas tras las vacaciones de Navidad.

La documentación del caso recoge que el tutor de la alumna, integrante del equipo ACAE (Equipo de actuación Contra o Acoso Escolar), promovió «reuniones restaurativas» y encuentros entre las partes para rebajar la conflictividad y mejorar la convivencia. Estas actuaciones, habituales en los protocolos de convivencia, buscan restaurar la relación entre alumnado y frenar el acoso antes de adoptar decisiones más contundentes.

Galicia, entre las comunidades más expuestas

El caso del IES Coruxo se produce en un contexto de preocupación creciente por el acoso escolar en Galicia, donde en el curso 2023-2024 se abrieron 686 protocolos por posibles situaciones de bullying, el 0,2% del alumnado del sistema educativo gallego. La Fiscalía ha contabilizado 75 delitos relacionados con el acoso escolar en un año en la comunidad, lo que refleja que una parte de estos episodios llega incluso al ámbito penal.​

Los informes internacionales apuntan además a que el estudiantado gallego se sitúa entre los más expuestos al bullying en España, especialmente las chicas, lo que ha llevado a la Xunta a aprobar un Plan Integral contra o Acoso e o Ciberacoso Escolar y a implantar herramientas como el «termómetro del acoso» y canales anónimos de denuncia en los centros. Pese a ello, en las últimas semanas se han conocido varios casos graves en distintos puntos de Galicia, incluyendo Vigo, Baiona, Poio o Lugo, donde algunos centros han optado por la expulsión de alumnos implicados.​

A mitad de curso, el reglamento solo permite el cambio de centro en supuestos justificados, como un traslado de domicilio, necesidades educativas especiales no cubiertas o la existencia acreditada de acoso escolar, como en este caso. La familia de la alumna del IES Coruxo valora esa opción, pero ha decidido esperar al regreso de las vacaciones navideñas para conocer qué medidas concretas propone el instituto y cómo se articulará la protección de la menor.