Dani Méndez, publicista: "BROaching son esos jóvenes clónicos en sus objetivos y en la forma de conseguirlos"

-¿Cómo defines el “BROaching” y de dónde has sacado el término?

Pues la verdad, de un tiempo a esta parte, no sé si es que tengo algún problema de percepción social pero desde hace tres o cuatro años, hay como una especie de invasión en todas las redes sociales, especialmente por Instagraman y X (antes Twitter), vayas por dónde vayas, los "bro" están por todos lados. Lo de “BROaching” es un juego de palabras a partir de la contracción “bro” (de “brother”), un término con el que se suelen dirigir unos a otros. Por eso, el “broaching” va mucho más allá de personajes como (Amadeo) Llados, es una evolución dentro del capitalismo que está afectando, sobre todo, a la gente más joven. Esta es una evolución entroncada con el márketing o más aún, con el nuevo márketing. En este último, ya no hablamos de vender un producto sino de cómo lo vendes: el “por qué” ha desplazado al “qué”. Es más importante el producto que la función de ese producto, importa más cómo lo vendes que lo que vendes. Estos “gurús” te están haciendo promesas continuamente pero no te dicen como hacerlas realidad. Es lo que hace Llados, ser un “vendehumos”, porque nadie sabe exactamente lo que vende. Ofrecen esos eslóganes: “consigue tu primer millón”, “gana tus primeros 10k”, o te hablan directamente de “libertad financiera”, sin embargo, ¿cómo se hace eso? Todo te lo presentan con sus coches y viviendas de lujo o se han alquilado un piso en Dubay. Creo que a esta gente joven le están borrando el último resquicio de libertad que nos quedaba a todos que es el concepto de la felicidad. Todos estos chicos acaban haciendo lo mismo porque no solo son clones en los objetivos que tienen y en la forma de conseguirlos.

-Y todo esto afectando a muchachos y muchachas que a lo mejor no tienen casi nada, lo invierten en “mentorías” sin darse cuenta de cómo está su vida. ¿Cómo ha calado tan profundamente este comportamiento?

Hablaría de márketing pero más que eso hablaría de capitalismo porque estamos hablando todo el tiempo de marca personal y estos muchachos y muchachas son sensibles a su marca personal. Sin embargo, si lo pensamos no es tan diferente a cómo era antes. Nike no te dice que si no entrenas te vas a convertir en “croissant”, Apple no te dice que seas diferente por comprar los mismos productos que otras personas o no te compras un coche de alta gama para que tu vecino no te vea como un perdedor. Esta gente no ha inventado nada nuevo. Todo esto se está aprovechando de que la capacidad crítica está bajo mínimos, quizá por unas leyes educativas donde han priorizado la competencia: convertirte en un ser productivo de nueve a siete sin desarrollar otro tipo de capacidades. En el currículo escolar desaparece filosofía, la ética y otras asignaturas que en nuestra época tampoco calaron mucho. Luego están los peligros que comentaba en el hilo de X: el acceso a estos contenidos por parte de menores de edad. 

-Esa es otra cuestión. Si se está buscando la forma de que los menores no accedan a contenidos pornográficos en la Internet, ¿se debería hacer lo mismo con el contenido “broaching”?

No creo que exista una necesidad real de impedir a menores de dieciocho años a Internet a través de smartphone, la única necesidad es puramente capitalista. El hecho de limitar la entrada a contenido pornográfico por parte de menores me parece una excelente medida, y es que los niños están aprendiendo sobre la vida sexual a través del porno, con todo lo que ello conlleva. Sin embargo, nadie se plantea cortar el acceso a mensajes tan peligrosos con solo dos clicks y donde encontramos elevados componentes de misoginia y una forma de plantearse la vida de forma totalmente materialista. Sobre los padres, creo que todo esto los ha cogido con el pié cambiado y no saben en dónde se están metiendo sus hijos. 

-Uno de los vídeos que aparece en el hilo de X que has creado, muestra a una chica explicando que tomarse un café de 5€ en Puerto Banús es una forma de inversión porque puedes hacer contactos. En ningún momento esa chica aparece en Puerto Banús, solo aparece dentro de su coche. ¿Los jóvenes que ven estos vídeos no se dan cuenta de que en realidad son un montaje?

Creo que no tienen las herramientas críticas suficientes para darse cuenta. Aquí tenemos una falta de perspectivas vitales combinada con algo que nosotros no podemos entender. Digo esto último porque somos una generación que no nos hemos criado con pantallas digitales, por eso creo que faltan herramientas para ser críticos. Los padres pueden ayudarles y si no son ellos existen otras vías para ayudar a los jóvenes. Lo que me sorprende de todo esto es que en ningún país del mundo nadie ha planteado algún plan de actuación ante los problemas de ansiedad, insatisfacción y frustración que en unos años aparecerán por culpa de estos mensajes y las personas detrás de ellos. He leído en la prensa que cuanto más pobre es un niño, más tiempo pasa delante de una pantalla. Por el contrario, las clases más pudientes gastan dinero y tiempo en experiencias fuera de las pantallas con lo que aquí estamos ante una cuestión de clase.

-Es como querer levantar muros entre las personas, no solo entre clases, sino entre las propias personas.

Eso está muy relacionado con la “marca personal” porque este concepto se autorregula muy bien para crear esas diferencias, como mantener la chusma a un lado y tú en el otro. Es una sociedad dividida en dos castas donde “en una estoy yo y en la otra los demás”. Entre otros elementos para hacer esto podemos ver como algunos gurús insultan a las personas que van a sus “mentorías” porque no pueden compararse con el líder. También están los ingresos mensuales (quién gana más y quién menos), las estadísticas de ventas que son falsas. Y por otra parte, la marca personal, que debería ser un elemento para autoafirmarse, en realidad es un elemento muy homogeinizador y refuerza el proceso de estafa. También se vende lo de que “tienes que trabajar más”, algo fácil de vender porque las pantallas están abiertas las 24 horas del día. 

-En otros vídeos se observa a personas de clase trabajadora que desprecian a la gente que es igual a ellos. ¿Cómo se puede generar tal autodio hacia uno mismo y a sus semejantes?

Así se consigue eliminar cualquier pulsión por plantearte el mundo, es un problema sistémico y eso a determinados sectores les viene muy bien. La gente trabajadora antes veía los problemas en jefes déspotas, sueldos infames pero ahora el problema está “en la gente como yo, que es como yo y no quiero ser”. Crear una sociedad con individuos que se odian a sí mismos es una sociedad que no tiene mucho futuro. Al final, es convertir a los pobres en un público rentable. En unos años se darán cuenta de lo que han hecho y del dinero que han perdido. Insisto, se ha convertido en productivo a los que menos tienen, algo que me parece cruel.