Acusados de blanqueo por narcotráfico alegan que son ingresos "lícitos" de prostitución y una hamburguesería en Santiago
Fiscalía pide 4 años para tres encausados y una multa que asciende a 200.000 euros por sacar el dinero de España a través de envíos a República Dominicana
La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha juzgado este viernes a tres acusados por blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas. La defensa de los encausados ha negado esta cuestión al escudarse en que los ingresos procedían del trabajo "lícito" como prostituta de una de los procesados y de la facturación de una hamburguesería en Santiago.
Fiscalía pide cuatro años de prisión para cada uno de ellos, dos hombres y una mujer, así como el abono de multas que suman unos 200.000 euros como cantidad blanqueada.
Este juicio se ha celebrado como una pieza separada de otra causa por narcotráfico fruto de una investigación policial en Santiago de Compostela que incluyó la entrada en una hamburguesería abierta en 2022 en la Rúa Nova de Abaixo --actualmente cerrada--, registros domiciliarios e intervención de comunicaciones telefónicas. Están acusados de sacar el dinero de España a través de envíos a la República Dominicana para blanquear las cantidades obtenidas de forma supuestamente ilícita.
Dos de los acusados son un matrimonio de nacionalidad dominicana que han alegado que ese dinero procedía de lo ingresado por la mujer al ejercer la prostitución en un club de San Lázaro, en Compostela, con ingresos que alcanzaban "hasta 8.000 euros al mes" y que recibía casi siempre en metálico.
También han afirmado que la mujer abrió el local de comida en la Rúa Nova de Abaixo, en donde el hombre era gerente, y que funcionaba "de maravilla" hasta que el registro policial los dejó sin clientela. Sostienen que tan solo realizaban envíos de ese dinero a familiares y amigos. "No pensé nunca que podía ser un problema", ha dicho ella sobre esas remesas monetarias.
El otro acusado, de nacionalidad española, ha asegurado que él solo realizaba estos envíos de dinero a petición de uno de los encausados como "un favor" por su relación de amistad y ha negado tener contrapartidas de dinero o drogas a cambio. Ha relatado que las empresas de envíos tienen un límite de 3.000 euros por mes, por eso recurrieron a él para poden mandar más. "Si pensaba que me iba a pasar esto, no lo hacía", ha aseverado.
OPERACIÓN CONTRA TRÁFICO DE DROGAS
Sin embargo, el fiscal ha acusado al gerente de la hamburguesería de emplear el local y su domicilio para hacer entregas de droga, con el otro varón enjuiciado como comprador habitual, para lo cual ha esgrimido mensajes intervenidos en los que le pedía un "grande" o un "peque", en referencia, según expone, a un gramo o medio gramo de cocaína.
Por su parte, el agente encargado de la investigación ha intervenido --a través de videoconferencia-- para explicar que el gerente de la hamburguesería fue localizado en un operativo antidroga realizado en un piso en la compostelana Avenida Barcelona en 2022, además de estar acreditados contactos con personas a las que se les incautaron estupefacientes. Igualmente, ha dado cuenta de que en el local de hostelería se producían trapicheos y que casi no tenía actividad comercial, pues "nunca había mucha gente". Ha dicho no tener constancia de que la mujer ejerciese la prostitución porque no había vigilancias sobre ella.
La defensa de los acusados han aportado como testigos a trabajadores del local para acreditar su funcionamiento y a excompañeras de la acusada en el club de alterne de San Lázaro. El caso ha quedado visto para sentencia.
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