El pleno de Pontevedra aprueba por unanimidad el traspaso de la UAD a la Xunta tras casi dos décadas de reivindicaciones
La corporación municipal de Pontevedra aprobó este miércoles por unanimidad el traspaso de la Unidad de Atención a la Drogodependencia (UAD) a la Xunta de Galicia, en una sesión extraordinaria del pleno que apenas duró quince minutos.
Esta decisión permitirá integrar este servicio, considerado por el Concello como un recurso estrictamente sanitario, en la estructura del Servizo Galego de Saúde (Sergas) después de cerca de veinte años de reclamaciones.
La concejala del BNG, Anabel Gulías, responsable del Área de Bienestar Social, calificó de "inexplicable" la demora en una transferencia que, según afirmó, "nunca debió recaer en los concellos". Recordó que la UAD de Pontevedra, pese a depender del Concello, contaba con personal médico y atendía a una docena de municipios. "Era una competencia impropia", sostuvo, y añadió que el gobierno local mantuvo durante dos décadas una postura "clara y constante" para que el Sergas asumiera la gestión, con el objetivo de "mejorar la calidad asistencial".
Gulías destacó que el acuerdo llega "tras años de carteo, correos electrónicos y reuniones de trabajo formales e informales". Con el traspaso, todo el personal sanitario será integrado en el Sergas, mientras que el único trabajador administrativo permanecerá en el Concello. Además, una trabajadora social de la unidad reforzará el departamento municipal de Servicios Sociales.
El Ayuntamiento cederá a la Xunta el uso de las dependencias de la UAD, situadas en la plaza de Valentín García Escudero, hasta la firma del convenio definitivo. Los contratos asociados al funcionamiento del servicio, como limpieza y seguridad, pasarán también a manos del Sergas.
"Este pleno sirve para corregir un error que no tuvo que suceder", afirmó Gulías, aunque reconoció que habría deseado un proceso "menos improvisado y más ordenado", dotado de un plan asistencial claro.
Desde la oposición, la valoración también fue favorable. El concejal socialista Iván Puentes celebró que se trata de un "día de alegría" y consideró que el tiempo "pone las cosas en su sitio", al entender que la UAD no debía ser asumida ni financiada por los municipios. Puentes expresó su confianza en que, con el traspaso, la unidad disponga de condiciones "dignas" y de los recursos necesarios para garantizar una atención "adecuada", sin depender del "esfuerzo sobrehumano" de su plantilla.
Por su parte, el portavoz del PP, Rafa Domínguez, coincidió en que la decisión "es buena para Pontevedra" y para los pacientes, a quienes describió como personas "frágiles" que en muchos casos precisan de atención psiquiátrica especializada. Aun así, reprochó al gobierno local no haber prestado en estos años la "atención necesaria" a la unidad. "Vuelve a estar donde debería estar desde hace tiempo", apuntó.
La UAD de Pontevedra atiende no solo a pacientes de la capital, sino también de Barro, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade, Forcarei, A Lama, Marín, Moraña, Poio, Ponte Caldelas, Soutomaior y Vilaboa, lo que eleva la población de referencia a unas 165.000 personas.
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