El consorcio automovilístico ha comenzado a asignar contratos de componentes, y las adjudicaciones revelan una tendencia clara a prescindir de suministradores tradicionales de la comarca de Vigo, priorizando empresas con plantas en países de menores costes laborales. Esta estrategia reaviva las críticas sobre el compromiso de la multinacional con el tejido industrial gallego, especialmente teniendo en cuenta el significativo apoyo público que recibió el proyecto K9.
Los empleados de la auxiliar de Navantia afirman que a los impagos se suman "las amenazas de despido y bajadas de sueldo".