Los precedentes en España pueden marcar el futuro de los manifestantes que en Ferraz colgaron el pasado 31 de diciembre un monigote que representaba a Pedro Sánchez. Algunos de los allí congregados golpearon al muñeco y cantaron proclamas contra Sánchez. Podrían ser juzgados por un delito de incitación al odio.
Un nuevo supuesto caso de delito de odio tuvo lugar el pasado miércoles en una conocida discoteca de Santiago de Compostela, donde algunos miembros de la seguridad del local agredieron a dos jóvenes, según lo denunciado ante la Policía.
Recibieron la denuncia de Esquerda Unida por las declaraciones de los últimos meses en plena polémica con Meirás.
Ha recordado que la Policía "está preparada y concienciada para recoger este tipo de denuncias, y sumar al delito de agresión el agravante por delito de odio".