El seísmo, de 8,8 de magnitud, ha provocado el desalojo de 2 millones de personas. Entre los evacuados están los trabajadores de la central nuclear de Fukushima por precaución, ante el riesgo de que pueda darse una situación similar a la que ocurrió en 2011, cuando otro terremoto, entonces de magnitud 9,1, provocó un tsunami debastador.
Un terremoto de 6 grados en la Richter frente al litoral de Japón volvió a activar las alarmas en la prefectura de Fukushima, donde todavía tienen muy vivo el accidente nuclear ocurrido en la central en 2011 después de un terremoto. Este evento despertó una gran preocupación no solo en el país nipón, sino también a nivel internacional por el miedo a una catástrofe nuclear.