En el corto espacio de dos semanas se produjeron en España una serie de acontecimientos relacionados con la corrupción partidaria y la actuación partidista de la justicia que justifican sobradamente que se califique la democracia española como una democracia deficitaria.
Por ahora la ex-secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no tendrá que declarar como imputada pero, poco a poco, el círculo de las acusaciones se aprieta al rededor de la antigua cúpula conservadora después de que un alto cargo de Interior tirara de la manta.