Una empresa privada se encarga de rastrear a distancia a los positivos de covid en Galicia. El total de telerastreadores ha oscilado muchísimo durante la pandemia y ha crecido algo en los últimos meses.
La publicación de la orden enviada a los médicos de familia para que no encarguen PCRs a personas que son contactos estrechos de positivos desata una gran polémica. El Gobierno se defiende asegurando que así se evitarán duplicidades en un sistema en el que sus propios expertos reconocen "problemas de coordinación". Algunos galenos se rebelan contra la instrucción.
Ana Veiga mintió. Cuando era teleoperadora del teléfono del coronavirus, mintió para intentar salvar vidas. "Yo forcé PCRs" reconoce en esta entrevista porque "había gente que llamaba con todos los días y al final no se pasaba al 061 porque ellos también estaban saturados".
Los rastreadores telefónicos del coronavirus trabajan de una forma "cáotica total". Son menos de 50 por turno, sin formación, para seguir a miles de confinados y a los contactos próximos de unos 200 nuevos contagiados cada día. Este es el resumen del testimonio de María, una enfermera que trabajó durante meses en la nave del Grupo Konecta en Bergondo. Contrastado su relato con la Xunta, Sanidade desmiente que los teleoperadores carezcan de formación y la supuesta descordinación con el SERGAS.