El director del Proyecto GAMA de Altri, Bruno Dapena, trató de tranquilizar en una entrevista las dudas medioambientales que rodean a Altri, que usará "madera gallega certificada, de proximidad".
El sindicato manifiesta su apoyo al proyecto, argumenta que es más que viable medioambientalmente y critica la oposición de ecologistas y vecinos.
Y la historia parece repetirse, pues ya en 1976 en Ponteceso, donde alcaldes más bravíos, en tiempos más democráticos, encabezando la Santa Madre de las manifestaciones, sin cantar y sin ruido, con la sola presencia de tres comarcas en una sola calle, convencieron a un Caudillo muy bondadoso, de no plantar una planta de celulosa a pocos metros de la casa natalicia del autor de la letra del himno de esta Galia. Parece que ya recula la plana mayor de la Pontón y su batallón, pues en febrero apostaron por el voto obrero y hoy, después del Día Mundial del Agua, a los nacionalistos y nacionalistas les parece mucho beber del rio Ulla a esa planta tan Eco-Bio.
Las instalaciones que la firma portuguesa Altri planea construir en Palas de Rei han levantado ampollas entre los tres grupos parlamentarios gallegos. Eso sí, las posturas parecen abarcar las diferentes gamas de colores en cuanto a posiciones, desde el apoyo total del gobierno en funciones de la Xunta, a la oposición frontal del BNG y la postura “medioambientalista” apuntada por el socialista José Ramón Gómez Besteiro
Ante las protestas, la vicepresidenta segunda pide "calma" e insiste: "Si los informes son desfavorables, Altri no se va a implantar"
El regidor del municipio más interesado en la llegada de Altri concedió una entrevista en la Radio Galega en donde trató algunas de las incógnitas que rodean al proyecto.
El presidente gallego en funciones, Alfonso Rueda, no ha descartado que la Xunta tenga que iniciar expropiaciones de terrenos en Palas de Rei (Lugo) para situar la planta que proyecta la compañía pastera portuguesa Altri, pero prefiere que el proceso de compra sea por "acuerdos voluntarios".
Greenfiber, del grupo portugués Altri, ha decidido suspender las charlas previstas en municipios para informar acerca del proyecto de la fábrica de fibras textiles, llamado Gama, después de las protestas registradas en los actos celebrados entre el miércoles y jueves en Palas de Rei, Monterroso y Melide.
Los nacionalistas se alinean con los movimientos ecologistas. La fábrica está promovida por los lusos de Altri pero el 25% es del dueño de la gallega Greenalia. El Bloque había pedido tiempo para estudiar los detalles técnicos publicados recientemente en el DOG, lo que había suscitados suspicacias en parte de su militancia. Finalmente, alegan que no se trata de un proyecto de economía circular que pueda ser subvencionado con dinero de los Next Generation -que es imprescindible para su viabilidad- y anuncian una ofensiva en Europa para evitar que los fondos para el cambio de modelo productivo acaben en una fábrica que tildan de "bomba ambiental". El PP hizo esta semana un acto de apoyo a la factoría y de paso exigió que Bloque y PSOE fijaran postura. Está por ver que dicen los socialistas, que gobiernan en Moncloa y, que por lo tanto, tienen la llave de las subvenciones europeas.
Representantes de Greenfiber comienza con una serie de coloquios para exponer el proyecto de la fábrica de fibras textiles
Alcaldes del PP se hicieron ayer una foto en Palas de Rei para dejar claro su apoyo a la macrocelulosa que pretenden construir los portugueses de Altri y los gallegos de Greenalia. De paso, reclamaron al Bloque que tome una postura clara. Los nacionalistas por ahora solo han mostrado "preocupación" frente a las posturas mucho más contudentes de colectivos próximos al nacionalismo como los ecologistas de ADEGA. El PSOE también está en terreno movedizo, por una parte es consciente del rechazo social que provoca en parte de la sociedad y por otra está presionado por el apoyo que le ha concedido Pepe Blanco. La postura socialista es clave en todo este embrollo, pues el estado el que tiene la llave de las subvenciones europeas que haría viable la fábrica de celulosa y fibras vegetales. La cuestión es que hay dudas que una celulosa sea algo que se pueda subvencionar con los fondos Next Generation.
Sindicatos, grupos vecinales y plataformas ecologistas buscan reunir apoyos contra el proyecto industrial que Altri quiere instalar en la comarca y que amenaza no solo con transformar la economía de la zona, sino también el ecosistema. Las denuncias que acumula Altri en Portugal por sus prácticas medioambientales no son alentadoras y resultan una advertencia para la ría de Arousa. Xulio Fernández, del SLG y protavoz de las plataformas de afectados, explica para Galiciapress los recelos de los vecinos que, como él, no ven beneficio alguno en la llegada de Altri y temen que este proyecto traiga más daños que beneficios al rural.
El mandatario gallego critica que "ciertos sectores" reaccionen ante estas iniciativas para que en Galicia "no se haga nada"
El Gobierno de Portugal llegó a mandar detener la mitad de la producción de una de las fábricas del grupo en 2018 durante un mes ya que el Tajo apareció repleto de espuma. La celulosa, que tiene un tamaño la mitad de lo que se quiere instalar en Galicia, negó su responsabilidad, pero le cayeron varias sanciones.
Acusa a la Xunta de "defender lo indefendible" al justificar la captación de "46 millones de litros de agua al día" de un embalse
La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) censura la solicitud de captación de aguas en el río Ulla presentada por Altri ante la Xunta para la factoría de fibras textiles que promueve en Palas de Rei (Lugo), porque podría generar "problemas de abastecimiento".
La apertura de la procesadora maderera que la empresa lusa Altri desea instalar en Palas genera dudas entre la vecindad de la comarca de A Ulloa y ayuntamientos limítrofes. Las cantidades de agua necesarias para mantener en marcha el proyecto, la superficie que ocuparán las instalaciones y el posible impacto ambiental convierten a esta iniciativa en un cúmulo de dudas sobre la pertinencia o no de su instalación en tierras ulloanas.
Los ecologistas denuncian los efectos que tendría la factoría en una zona de especial interés para su conservación y por las plantas, declaradas en peligro de extinción, que pueblan el terreno.
La Xunta ha sembrado dudas sobre el compromiso del Estado con la planta de fibra para la industria téxtil, uno de los proyectos estrella al calor de los fondos Next Generation. Unas subvenciones que todavía no están otorgadas, algo que el Gobierno Gallego ha criticado y que ahora, en plena campaña, el Ministerio rebate.
La empresa portuguesa todavía está a la espera de las ayudas públicas pero el Gobierno de España advierte que no recibirá un plan de apoyo específico, algo que levanta las críticas de una Xunta que denuncia que el Estado está discriminando a Galicia. De fondo, las elecciones generales este verano.