Menos fuegos, pero cada vez hay más de enorme magnitud, como los que arrasaron el pasado verano gran parte de O Courel. Este aumento de los grandes incendios forestales se debe a una combinación de factores climáticos (el cambio climático está provocando veranos cada vez más secos y cálidos), cambios en el uso de la tierra (cada año desaparecen cientos de granjas dejando al monte cientos de hectáreas de pasto) y décadas de gestión forestal centradas en el eucalipto y el pino.
Soplan inesperados aires de renovación en San Caetano. Si hace unas semanas decía adiós el histórico Tahoces, responsable del sector eólico en la era Feijóo, ahora le toca a otro cargo que estuvo imputado en su día, Fernández-Couto, responsable anti-incendios.
En el haber de Fernández-Couto está haber coordinado con progresiva eficacia uno de los mayores dispositivos anti-incendios del planeta. En su debe, el haber sido incapaz de cambiar un modelo de uso del monte que contribuye a las cada vez más masivas olas de fuegos forestales.
Arranca el periodo de alto riesgo con un operativo geolocalizado al completo y el reto de no superar las 15.000 hectáreas quemadas.