El Estado Islámico o las milicias pro-iraníes son dos de los principales sospechosos de un magnificio frustrado en un país que no acaba de superar dećadas de violencia. El intento de asesinato llega después de violentos disturbios por los recientes resultados electorales. Tanto Estados Unidos como Irán han condenado el atentando. Por ahora ningún grupo ha asumida la envergadura de una acción que, por su calibre, no pudo haber sido organizado por una pequeña facción de radicales.