La soledad urbana se ha convertido en uno de los grandes retos sociales y sanitarios de nuestro tiempo. Aunque suele asociarse a las personas mayores, la realidad es mucho más compleja y afecta a todas las edades, especialmente en entornos urbanos donde, paradójicamente, la densidad de población no garantiza la calidad de los vínculos humanos. La sociedad misma, de forma consciente o inconsciente