El alivio de Sánchez al salir del hemiciclo no fue casual. ERC, Junts, EH Bildu, el PNV, el BNG o Compromís optaron por no dinamitar la legislatura. Pero esa contención tiene fecha de caducidad: la mayoría de investidura prefiere seguir apoyando a un PSOE debilitado al que presionar, antes que facilitar un posible relevo por parte de la derecha.