Suponiendo que una sola puede destruir una ciudad entera, con la posibilidad de causar la muerte de millones de personas, me quedo con la frase de Alphonse de Lamartine:«La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso».En todo este juego tenemos a las élites armamentistas, que se hicieron fuertes para imponer políticas por encima de los gobiernos y la población, sin estar sometidas a ningún tipo de control.
Es mejor creer que hay un Dios, solo un poquito y no todos los días. Así será más fácil tener certezas, ya que todo responde a un plan divino.