Los empresarios de Pontevedra y Ourense valoran abandonar la patronal

Las duras declaraciones de los representantes de estas dos provincias apuntan a que desisten de intentar desatascar el bloqueo en la CEG 

“Aunque la CEG debe mantener el mandato que la Constitución le confiere en el ámbito de la negociación laboral y otros de carácter institucional, carece de sentido mantener el estatu quo actual en una organización en la que la mayoría de sus miembros pretenden seguir detentando una capacidad de decisión que en realidad sólo sirve para que la CEG sea un ente inoperativo. Y ese juego ni merece la pena, por inútil, ni se lo merecen los empresarios”. Así de dura es la valoración de la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) tras el fiasco de la Asemblea de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) este jueves.

José Manuel Díaz Barreiros habla ante los micros tras la Asemblea del jueves

La CEO no oculta que valora tirar la toalla y abandonar el ente gallego. Los orensanos, sus homólogos de la Confederación de Empresarios de Pontevedra y los representantes de las agrupaciones sectoriales pretendían ayer "modernizar" los estatutos. El bando contrario -los empresarios de A Coruña liderado por el histórico Antonio Fontela y los de Lugo- sumaron fuerzas suficientes para detener este movimiento. Se niegan a, como pretenden sus rivales, darle más peso a las asociaciones sectoriales, rompiendo el equilibrio entre las territoriales. 

Así las cosas, la patronal gallega sigue en el limbo. Sin presidente hace meses y sin a penas actividad en un momento, además, en el que la Xunta pretende reabrir el diálogo social. 

Para los orensanos, el bloqueo de Fontela y los suyos es "tan decepcionante" que pone en peligro la misma "supervivencia" de la CEG. Unas palabras que van en la misma línea que el sentir pontevedrés.  "Si me dicen que detrás de esa abstención es que no quieren que estén las sectoriales este no es mi modelo de Confederación". 

 Está por ver si la crisis  fragua en alguna alternativa asociativa concreta, pero parece que, dado el tono y el momento de las valoraciones, existen posibilidades de una escisión en la patronal gallega.