Penas de cárcel para los estudiantes que hackearon emails de sus profesores

Sólo fueron condenados los dos jóvenes que confesaron entrar en los correos, aunque alegaron que no desvelaron nada

Los dos jóvenes que aún permanecían investigados por el supuesto 'hackeo' de cuentas de profesores de un instituto de A Estrada (Pontevedra) han sido condenados a una multa de 480 euros, así como a cuatro meses de prisión, aunque esta pena se suspende por carecer de antecedentes los alumnos y ser inferior a dos años.

IES Manuel García Barros en una imagen de su Flickr | Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic license.

CONFORMIDAD ENTRE LAS PARTES

Tras comparecer este martes ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de A Estrada se ha dictado sentencia de conformidad, en la cual, además de las penas anteriores, se condena a estos chicos a una accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por cuatro meses.

Los jóvenes son condenados por delito de interceptación ilegal de datos informáticos, en concurso con los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

SEIS SALEN ABSUELTOS

Por su parte, el juzgado de A Estrada había decretado el sobreseimiento provisional y archivo de la causa respecto a seis alumnos del Instituto Manuel García Barros investigados también por el supuesto 'hackeo' de cuentas de profesores.

En su caso, la jueza consideró que las diligencias practicadas "no evidencian que dichos investigados hubieran instalado el sistema sotfware ni que hubieran efectuado entradas no consentidas en las cuentas de correo para la obtención de datos y su divulgación".

CONFESIONES DE LOS CONDENADOS

En esta causa, que continuó para los dos alumnos que reconocieron los hechos, se investigó la instalación en los equipos informáticos, en marzo de 2017, de un software que daba acceso a las contraseñas de los correos electrónicos y demás servicios tecleados en los ordenadores de los profesores.

Uno de los dos reconoció que no instaló el programa, pero conocía que el mismo se encontraba en el equipo y admite que "efectuó únicamente dos entradas para ver si funcionaba y para ver las notas de una asignatura, pero no accedió a datos de la vida privada de ningún profesor ni divulgó ningún dato de los obtenidos", se recoge en el auto judicial.

Mientras, el otro joven afirmó que "conocía la instalación del sistema software, pero que no participó en su instalación" y admitió que "accedió a varias cuentas de profesores por curiosidad, pero que no divulgó datos de carácter personal".