EE.UU. sigue dominando el fútbol femenino mundial al lograr su cuarto título consecutivo

Estados Unidos revalida el título de campeona del mundo que logró en Canadá en 2015 y logra el primer puesto en una final ante Holanda donde le costó arrancar, pero que tras el primer tanto, se lanzó al ataque y pudo conseguir una goleada.

Ante 57.900 espectadores se concentraron en el Parc Olympique Lyonnais en la final con más asistencia de todo el siglo XXI y la tercera con más público en toda la historia de un Mundial, la selección norteamericana se proclamó campeona, de forma justa, y se marcha del Mundial de Francia sin haber perdido ni un solo encuentro. 

Las holandesas aguantaron el habitual acoso de las americanas, que durante todo el torneo habían marcado en los primeros 15 minutos. La meta Van Veenendaal fue sin embargo la mejor de las europeas. En el segundo tiempo, un penalti muy ligero y con VAR, dio a Rapinoe la oportunidad de conseguir el 1-0, y la americana no perdonó, ante la duda de la guardameta holandesa.

Con el primer tanto, el ataque de EEUU se desmelenó y, tan solo ocho minutos más tarde, Lavelle se inventó un zurdazo desde fuera del área para establecer el 2-0 definitivo. 

Con las holandesas incapaces de encontrar la portería rival y dejando ya descuidada una defensa que cerca estuvo de llevarse la goleada. En su quinta final, la tercera seguida, Estados Unidos logró el cuarto título, defendiendo el logrado hace cuatro años en Canadá.