Fiscal cree al acusado de matar a su mujer en O Carballiño "un enfermo mental" y "no un delincuente al uso"
El hombre procesado por la muerte de su esposa por asfixia sostiene que "nunca" le pegó "durante los 35 años de matrimonio"
El fiscal solicita la absolución del acusado de la muerte por asfixia de su mujer, el 29 de enero de 2017, en O Carballiño (Ourense), pero pide el internamiento del hombre en un centro psiquiátrico dependiente de la Administración Penitenciaria por un tiempo máximo de catorce años al considerarlo "un enfermo mental".
El Ministerio Fiscal ha basado su petición en el hecho de que entiende que el procesado "no es un delincuente al uso", sino "un enfermo mental" y, como tal, considera que procede la aplicación de unas medidas de seguridad.
Así se lo ha explicado este lunes al jurado popular en la apertura del juicio oral en la Audiencia Provincial de Ourense, que está previsto que se prolongue hasta el próximo viernes, 12 de julio.
La acusación particular, que representa los intereses de los padres y la hermana de la víctima, solicita una pena privativa de libertad de hasta 15 años de prisión. Si bien la letrada Francisca Martínez ha dicho tener en cuenta la historia clínica y los informes psicológicos "muy graves y contundentes sobre la situación mental del encausado".
Por este motivo, la acusación particular ha manifestado que "ha de ser el juicio el que determine si cabe la eximente completa por enajenación mental y, con ella ,la absolución". Eso sí, sin perjuicio de que se interponga la medida de internamiento solicitada por el Ministerio Fiscal y también contemplada por la acusación.
Con respecto a la calificación de los hechos, la acusación particular contempla "un homicidio claro" y "doloso". "En base al atestado y a las pruebas de bioquímica, histopatología y biología, todo apunta a que el único autor posible del homicidio de su esposa fue el acusado", ha dicho la letrada en declaraciones previas a los medios de comunicación.
Por su parte, el abogado de la defensa, José Manuel Orbán, pide la libre absolución y parte de que "no hay pruebas suficientes para afirmar que la mató". De manera subsidiaria, solicita la absolución por aplicación de una eximente de enajenación mental con las consiguientes medidas de seguridad correspondientes.
"El acusado, por sus condiciones psicofísicas, no era capaz de entender lo que hacía, si es que lo hizo, ni que era algo ilícito", ha sostenido el abogado defensor. En este sentido, coincide con la Fiscalía que recoge en su escrito de conclusiones provisionales que el imputado es "una persona afectada por una demencia fronto-temporal con un deterioro grande de las funciones cerebrales superiores, con rigidez y falta de flexibilidad de pensamiento".
"QUE MI MUJER FALLECIÓ ME LO DIJO MI FAMILIA"
El acusado sólo ha respondido a las cuestiones de su letrado. En un relato con lagunas, el imputado apenas se ha mostrado seguro de que "nunca" le hizo daño a su esposa "durante los 35 años de matrimonio y tampoco ella a él".
Entre sus respuestas ha dicho saber que su mujer falleció "porque se lo dijo su familia" y "estar muy arrepentido" porque "discutieron por unas llaves". También se ha referido a que el día de los hechos "no se encontraba bien".
"YO NO HICE NADA"
Durante la prueba testifical, agentes de la Policía Local, Guardia Civil y efectivos de Protección Civil han referido que se dirigieron hasta la vivienda de O Carballiño, sobre las 20,50 horas del día 29 de enero de 2019, tras recibir la llamada de los familiares "preocupados por no poder contactar con el matrimonio a lo largo de todo el día".
Tras comprobar el perímetro y ver que todos los accesos estaban cerrados accedieron a la segunda planta de la vivienda a través de un balcón, previa rotura de una ventana. "Empezamos a revisar las estancias y en una habitación vimos el cuerpo de la señora fallecida apoyada de rodillas sobre la cama", ha testificado un agente de la Policía Local de O Carballiño.
Mientras que en el piso inferior se encontraron al acusado "escondido tras una puerta", el hombre portaba un cuchillo y "tenía sangre en las manos y heridas en el cuello". Según la versión de la Policía Local, el acusado únicamente decía "yo no hice nada" y, finalmente, tuvo que ser reducido por los agentes.
Del mismo modo, el miembro de Protección Civil de O Carballiño ha relatado que, después de sentarlo en una silla ya esposado, el imputado no paraba de decir que quería ir para junto a su mujer "que lo estaba esperando para cenar".
Tanto el agente de la Policía Local como el efectivo de Protección Civil han coincidido en señalar que en el momento de encontrar al acusado "estaba bastante ido", "con la mirada perdida" y "desvariando".
"SIEMPRE IBAN JUNTOS A TODOS LADOS"
A pesar de que el acusado ha sostenido no haber hecho nunca daño a su mujer, tanto su hermano como su cuñado han coincidido en señalar que le habían visto, con anterioridad, "hematomas" a la fallecida "en los brazos y en el pecho" producidos por el acusado cuando se negaba a cambiarse de ropa o a tomar la medicación.
Por otra parte, ambos familiares han apuntado a que entre ellos "la relación era cariñosa", "nunca habían tenido problemas" y "siempre iban juntos a todos lados".
VARIOS INGRESOS
El acusado ya había sufrido varios ingresos hospitalarios en el área de psiquiatría del CHUO antes de que se produjesen los hechos por los que ahora se le juzga. El día 29 de octubre de 2016 fue internado para estudiar las alteraciones de su conducta: estaba encerrado en casa, no dormía, continuamente pegado a su mujer y no le dejaba ver la televisión, según recoge el escrito de Fiscalía.
Este cuadro conductual ya había comenzado un año antes y fue el motivo por el que el matrimonio decidió abandonar su residencia en Suiza e instalarse en España. Según ha testificado el hermano del acusado, el día 18 de enero de 2017 fue trasladado de nuevo a urgencias del CHUO, después de permanecer más de cinco horas subido al tejado del domicilio conyugal.
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