El Ayuntamiento de Ourense usará técnicas de cetrería con águilas Harris para echar a 10.000 estorninos de la ciudad

La campaña también usará otras medidas "ecológicas y naturales" como sonidos, luces de alta intensidad y efectos ópticos

El Ayuntamiento de Ourense ha puesto en marcha una campaña para hacer frente a la invasión de 10.000 estorninos, entre autóctonos y foráneos, en la ciudad mediante el empleo de técnicas de cetrería con águilas Harris.

Así lo ha explicado este viernes el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, durante una rueda de prensa en la que ha estado acompañado del responsable de la empresa Larus Control, Juan Fraga.

La campaña, según ha explicado el regidor, apuesta por "un método innovador" para poner fin a las molestias que la proliferación de estas aves ocasiona a la ciudadanía como son sus excrementos y ruidos.

"El objetivo de la campaña no es eliminar estos animales, sino desplazarlos de la ciudad", ha explicado Juan Fraga. De este modo, la intención es hacer que los estorninos "no se encuentren a gusto para pernoctar en las zonas verdes de la ciudad".

La presencia de los estorninos se irá incrementando hasta el mes de marzo, por el asentamiento de más aves que emigran desde el norte de Europa atraídas por el calor, la existencia de espacios protegidos y la luz artificial.

De este modo, la primera parte de los trabajos se centrará en la elaboración de un censo con las zonas verdes más conflictivas de la ciudad de As Burgas, tales como el parque del Pabellón de Os Remedios.

A partir de ahí se comenzará con las intervenciones, en horario nocturno, cuando los estorninos descansan. De esta forma, se soltarán águilas Harris, especie procedente del norte de América y depredadora natural, que asusten e incomoden a los estorninos.

El responsable de la empresa Larus Control también ha incidido en que estas águilas Harris son "inofensivas para la especie humana".

Una vez finaliza la primera fase, se emplearán también otras técnicas como el uso de sonidos, luces o efectos ópticos. Los trabajos tendrán continuidad durante varios meses, puesto que el objetivo no es sólo que desaparezcan las aves que ya se encuentran en la ciudad, sino evitar que lleguen a establecerse nuevos ejemplares.