Falacias

Falacia: “Engaño o mentira que se esconde bajo algo, 

en especial cuando se pone de manifiesto su falta de verdad”. 

Sinónimos: “engaño, mentira, ficción, falsedad, fraude, difamación”.

El día 22/01/21, el Sr. Feijóo decía a los Gallegos: «¿Qué más tiene que pasar para decirle a los ciudadanos que después de trabajar hay que irse a casa?» y a la vez: “Tenemos que salvar la Navidad”. Y a la vez, los Colegios Médicos de todo el país, “piden restricciones más duras”. En el caso del de Ourense: “se solicita un confinamiento domiciliario de un mes, para frenar los contagios (23/01/21)”. No se puede estar en la misa y repicando. Y tampoco hacer “oposición” a las decisiones de Madrid, solo por hacer desgaste del Gobierno central… ¡Perjudicando y confundiendo a la opinión pública TODOS LOS DÍAS!

La iniciativa de proteger la economía antes que la salud, claro está que no está dando resultado, ni para una cosa ni para a otra (excepto para las grandes multinacionales que siguen ganando dinero a centenas: “Iberdrola aspira a 8.000 millones de euros en Fondos Europeos”...). ¿Cuanto bien podría hacerse destinando ese dinero a la gente que de verdad lo está necesitando? O defendemos la salud, por encima de todo, o estaremos meses y meses, o años, con la pandemia. La Organización Mundial de la Salud (organismo que aglutina a casi todos los países del mundo y a la que algo de prestigio aún le queda) tiene que tomar la iniciativa y promueve un CONFINAMIENTO TOTAL, de toda la humanidad, por un período de un mes, que se aprovecharía, en exclusiva, para vacunar a toda la población.

La vacuna debe producirse en todos los laboratorios del mundo, para poder llegar a TODA la población. Estamos hablando de una EMERGENCIA SANITARIA A NIVEL GLOBAL y no vale lo de que un laboratorio u otro hagan “lo que puedan” y cobrar por ello cantidades multimillonarias. Deben ser todos los países, cada uno en su capacidad, los que elaboren las vacunas: “por tierra, mar y aire” ¡y las utilicen ya!.

La cuestión económica tiene que quedar paralizada durante ese tiempo y TODOS LOS gobiernos del mundo dar las ayudas pertinentes en ese período de no actividad. Situación factible, pues la humanidad estaría parada casi en su totalidad, los países no invertirían sus presupuestos más que en los productos básicos, y así, las personas vulnerables, podrían subsistir mientras dure el ESTADO DE ALARMA DE VERDAD.

El 17/09/20, Feijóo “ve muy peligroso ofrecer los datos por contagios de los ayuntamientos” y el 09/10/20, la Xunta ofrece los datos de casos COVID-19 activos, por ayuntamientos, en su web.

El 22/10/20, dice que “apoyará limitar la movilidad nocturna”, siempre y cuando no se llame “toque de queda” y el 15/01/21, Feijóo es partidario de adelantar el “toque de queda”, a las 18h.

El 26/10/20, dice que “es demoledor un estado de alarma que se carga el consumo” en la Navidad y Semana Santa. El 11/11/20: Feijóo apoya que el estado de alarma, permita a las CCAA confinar.

El 17/11/20, el Sr. Feijóo desmiente a Illa y dice “que la vacuna no llegará hasta abril”, pues bien, el 27/12/20 comienza la vacunación en el estado español.

No hablemos de los Rastreadores de Feijóo: 6.200 que luego quedaron en 207… del embrollo de no vacunar a quién no le corresponde: ¡lo de Josefina Fernández y su hermano, de DomusVi, es de traca! Lo de no pedir responsabilidades a los administradores y administradoras de las Residencias de Mayores, después de 700 muestes en ellas.

Tenemos que tener mucho cuidado con los casos que se están produciendo de COVID-19 positivo EN ANIMALES: contagio en visones americanos (3.100 que fueron sacrificados) en Galicia (hay 26 granjas en total). Es una decisión positiva, pero tenemos que estar vigilantes en este tema.

Otra cosa importante es lo que se está llamando “oleadas”: ahora estamos en la tercera, pero es mejor decir: que cuándo nos confinamos, el número de contagios baja de forma significativa; el “bicho” siempre está ahí, somos nosotros los que se lo ponemos más difícil en su transmisión al confinarnos. Más que oleada, el confinamiento hace bajar la propia “oleada”…

Lo más preciado que tenemos es la salud: ¡cuidémosla!