​A Pobra permanece cerrada pese a sus buenos datos y denuncia la “discriminación” de la Xunta: “Es injusto”

El Concello de A Pobra do Caramiñal advierte al comité clínico que no acatarán sus decisiones y que harán lo necesario “para que rectifiquen lo antes posible”.

El gobierno pobrense y sus vecinos se sienten agraviados pese al comportamiento ejemplar del conjunto de la población, lo que ha permitido rebajar la incidencia acumulada a nivel medio en las cifras a 14 días y al bajo en la media semanal.

Xosé Lois Piñeiro (dcha.) junto a José Manuel Rey Varela | Foto: Xunta.gal

A Pobra do Caramiñal permanece cerrada como O Grove, Cualedro, Carballeda de Valdeorras y Vilanova de Arousa, que estrena el nivel máximo de restricciones este fin de semana. Sin embargo, los datos en A Pobra hace días que no son tan malos y ayer los vecinos asistieron decepcionados a como desde la Xunta no realizaban ningún tipo de modificación en su situación.

Desde el gobierno municipal critican que, pese a la mejoría sustancial del municipio, que se encuentra ya por debajo de los nueve casos activos en la cifras semanales y en nivel medio, la Xunta todavía mantiene cerrada la hostelería de la localidad, con las consecuencias económicas que eso supone, y el cierre perimetral del municipio.

“Hoy bajamos a 23 casos diagnosticados en los últimos 14 días, la incidencia acumulada se sitúa en 246. Ya estamos en el rango entre 150 y 250, que ya no corresponde al nivel de restricciones altas, sino al nivel de restricciones medias, y sin embargo seguimos con las restricciones máximas”, censura el alcalde pobrense, Xosé Lois Piñeiro.

El regidor señala que a siete días apenas se diagnosticaron “entre tres y seis casos” lo que deja a la localidad, en estos momentos, en el nivel de restricciones “bajo” en la incidencia semanal. “Los datos son muy favorables y tenemos motivos para la alegría y la esperanza”, comenta Piñeiro, antes de criticar que el privar a la localidad de un alivio en las restriciones “no permite ningún sentimiento positivo”.

“Es injusto. Nuestro concello no es responsable ni del brote que apareció aquí ni tenemos que pagar por eso. Las explicaciones recibidas no convencen. Estamos recibiendo un trato discriminatorio y no lo vamos a aceptar”, reprocha el alcalde. En ese sentido, emplaza a los vecino a esperar a martes para “seguir valorando la evolución, pero recuerda que “no vamos a aceptar las decisiones del comité clínico y haremos lo que quede en nuestra mano para que rectifiquen lo antes posible”.

Ya el pasado jueves advirtió el Concello que la Xunta no parecía favorable a levantar las restricciones que pesan sobre A Pobra desde después de Semana Santa. En gran medida, y pese a la mejoría, desde San Caetano justifican el celo excesivo sobre la situación del municipio barbanzano por la incidencia de las cepas británica y sudafricana. Si bien la británica es ya la predominante en Galicia, sobre la sudafricana todavía no hay suficientes datos y algunos estudios indican que es especialmente resistente a las vacunas con la tecnología que usa AstraZeneca.

¿POR QUÉ A POBRA?

Temerosos de que los contagios se disparen por el comportamiento de esta última cepa, en la Xunta extreman las precauciones. Los motivos de la procedencia de estos brotes todavía no están claros, aunque sin duda la movilidad registrada en el puente de San José y la Semana Santa, con una importante presencia de viajeros procedentes tanto de otros puntos de Galicia como de otras comunidades autónomas -a pesar de que Galicia mantiene sus fronteras cerradas a los turistas nacionales-, se erige como una más que probable causa.

Destacar que A Pobra no es una excepción, y que tanto sus vecinas Boiro y Ribeira como el conjunto de los municipios arousanos -especialmente los de la fachada pontevedresa, como son O Grove o Vilagarcía- también han visto empeorar sus datos en este tiempo de forma significativa y alguna vive hoy con incidencias mucho peores que las que marca la estadística pobrense. 

Ribeira, sin ir más lejos, vivió hoy una agitada mañana con sus calles llenas de transeúntes y terrazas con una buena asistencia al permitir que el mercadillo semanal se celebrase con todos los puestos permitidos, una cifra que se ha ampliado esta misma semana. Y todo a pesar de que cuenta con más casos activos que grandes urbes como Ferrol o Santiago de Compostela. 

Por otro lado, no hay que desdeñar dos aspectos fundamentales. Por un lado, A Pobra es una de las zonas más turísticas de la ría de Arousa y muchas personas tienen en la localidad su segunda residencia. Además, la presencia de autocaravanas, veleros y yates antes de las restricciones fue notable, lo que también podría indicar la llegada de viajeros procedente de otros rincones de Europa con situaciones epidemiológicas más comprometidas, algo que podría haber detonado la expansión del virus en la zona.

En segundo lugar, el puerto de A Pobra es el más importante de Europa en cuanto a descarga de túnidos. Por su muelle llegan marineros procedentes de todos los rincones del globo y que interactúan en distintos puertos del continente, lo que a su vez puede beneficiar la llegada de cepas tan remotas como la sudafricana. El impacto y el peso del mar en la economía pobrense, donde muchas familias dependen tanto de la descarga como del trabajo en alta mar, es un condicionante a tener en cuenta en esta situación que, sin embargo, podría estar lastrando a hosteleros y comerciantes.