"La mejor defensa inmunológica ocurre en la puerta, protegiéndonos contra los virus que intentan ingresar", nos recuerda Akiko Iwasaki. El científico de Yale acaba de publicar un estudio que confirma que las vacunas intranasales son potencialmente muy efectivas.

Las vacunas intranasales hace tiempo que se usan contra otras enfermedades como por ejemplo contra la gripe como esta dósis puesta a un marino de los Estados Unidos 

Las vacunas actuales contra el coronavirus son altamente eficaces para evitar la enfermedad grave, las hospitalizaciones y la muerte. Sin embargo, no lo son tanto para prevenir el contagio, mucho menos con la nueva variante Ómicron, que escapa a la inmunidad tanto natural como la generada por los fármacos. Pero las vacunas nasales pueden ser la solución: son capaces de generar más respuesta inmune que las vacunas aprobadas hasta hoy, todas ellas musculares.

Hasta el momento, sin embargo, hay muy pocas vacunas de este tipo. Las vacunas intranasales se han usado para combatir la gripe o la poliomielitis, pero generalmente se usan las intramusculares porque están mucho más probadas.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE LAS VACUNAS MUSCULARES Y LAS INTRANASALES?

La primera diferencia que encontramos entre las vacunas musculares y las intranasales es la forma de entrada al cuerpo. Las musculares se inoculan mediante un pinchazo en el hombro, concretamente en el músculo y las segundas, las nasales, que como avanzábamos se están probando ya en humanos, se inyectan impulsando el líquido a presión hacia el interior de la nariz.

Así pues, la siguiente diferencia entre ambos modelos de vacunas es su objetivo. Con las vacunas intranasales se busca un respuesta inmune local y para ello entrena la mucosa respiratoria. En cambio, las vacunas intramusculares tienen como objetivo entrenar el sistema inmunitario completo a través de la sangre. En este caso, el líquido inyectado llega a  ... seguir leyendo en catalunyapress.es.

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Infografía por @Catalunyapress