Reforma laboral; ¿derogación o claudicación?

 Cuando gobierna la derecha impone la reforma laboral al dictado de la patronal, cuando gobierna la supuesta izquierda apela al diálogo social y al pacto con la patronal, al final perdimos 10 y recuperamos 3, la cosa queda en -7

Esta reforma laboral es una claudicación ante los poderosos, es una concesión a patronal, es la menos buena que se podía hacer, que no la mejor, es insuficiente y sobre todo no es lo que prometieron.

Acuerdo, consenso, dialogo social, palabras vacías que sirven para esconderse y no admitir la claudicación ante la patronal y la  ala derecha del gobierno.

Las líneas rojas al final estaban pintadas con tiza y no con principios. Prefieren agacharse ante la patronal que enfrentarse a ella para defender los intereses de la clase trabajadora, clase trabajadora a  quienes dicen representar y  a quienes piden el voto en las elecciones.

Cuando gobierna la derecha impone la reforma laboral al dictado de la patronal, cuando gobierna la supuesta izquierda apela al diálogo social y al pacto con la patronal, al final perdimos 10 y recuperamos 3, la cosa queda en -7. La reforma laboral es un acuerdo de trileros para hacernos creer que tenemos ganado, cuando seguimos perdiendo.

CCOO y UGT hace tiempo que han dejado de representar la clase trabajadora, cuando hablan del acuerdo de los agentes sociales están hablando del Gobierno, Patronal y CCOOUGT. Un acuerdo de mínimos que no cumple con el mínimo exigible.

El ansia de los medios de comunicación en manos del capital por convencernos de que la Reforma Laboral es buena ya debería de ponernos sobre aviso, porque los medios tienen amos y defienden sus intereses, no los nuestros. La izquierda pedía una verdadera derrogación pero no se hizo.

La palabra o se respeta o no se tiene.

El diputado de EH-Bildu en el Congreso, Jon Iñárritu, pasa por delante de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en una sesión plenaria en el Congreso