“En gestión pública el resultado es prestar el mejor servicio, no que cueste más o menos”, explica José María Gimeno

El Centro Cultural Marcos Varcarcel acogió esta mañana las jornadas de 'Transparencia y Buen Gobierno', en las que intervino el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza José María Gimeno Feliú.

En su intervención, Gimeno defendió que, en gestión pública, no siempre el ahorro es la solución: "En los servicios públicos es la mejor calidad dentro del margen presupuestario que tengamos, pero no por ahorrar puedo restarle calidad al servicio".  

José María Gimeno (izq.) con el presidente de Transparencia Internacional España, Jesús Lizcano | Foto: obcp.es

Esta mañana se celebraron en Ourense las jornadas ‘Transparencia y Buen Gobierno’, organizadas por la Diputación de Ourense y la ‘Fundación Democracia y Gobierno Local’, en donde participaron, entre otros, el presidente del ente provincial, Manuel Baltar, o el director de la Fundación, Alfredo Galán.

Las jornadas contaron también con la voz del catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza José María Gimeno Feliú, director del Observatorio de Contratación Pública, que expuso en su ponencia ‘Integridad y transparencia en la contratación pública’ la necesidad de prestar un servicio público de calidad, siempre e a través de la transparencia en la contratación pública.

LO BARATO PUEDE SALIR CARO

Gimeno defendió, con ejemplos como el que nos dejó la crisis sanitaria o el caso de las mascarillas en Madrid -con comisiones millonarias que están siendo hoy investigadas por la Justicia-, la necesidad de implementar la cooperación entre el Gobierno central y las Comunidades Autónomas.

Por su experiencia, las decisiones administrativas deben estar sujetas a más seguridad jurídica, al tiempo que recuerda que las directivas europeas no imponen una regulación que obligue a “comprar al precio más bajo”. En ese sentido, reitera que es necesario replantearse los sistemas y desterrar la idea de que la oferta más barata es la que debe adjudicarse en los contratos públicos.

El director del Observatorio recordó que la pandemia, por las urgencias producidas, fue un momento en el que los contratos públicos en el ámbito de la salud se multiplicaron exponencialmente. No obstante, Gimeno defiende la necesidad de crear cortafuegos que impidan que en el terreno de la salud se reproduzcan prácticas más propias de otros campos, como puede ser el mercado de las tecnologías, ya que con la salud debe primar “el bien común”.

La “eficiencia” y ver los contratos “como una inversión” son las recetas que el catedrático dispensa a los gestores, imperando la calidad por encima de otros requisitos. Así, insta a las administraciones a realizar mejores inversiones, de forma de que se obtenga la mayor rentabilidad a los recursos de cada gasto público realizado.

Jornadas de 'Transparencia y Buen Gobierno' | Foto: Deputación de Ourense 

CALIDAD POR ENCIMA DEL AHORRO

Sobre su defensa de hacer un cambio de cultura que permita a los poderes públicos adjudicar contratos transparentes y competitivos en función de la mejor relación calidad/precio, con la finalidad de acabar con la práctica de comprar en función del precio más bajo y a veces con ofertas a pérdidas, Gimeno comentó, cuestionado por Galiciapress después de su intervención, que “cuando compramos a precio posiblemente renunciamos a comprar calidad”.

“Sucede mucho cuando compramos productos asiáticos, donde los costes empresariales son diferentes a los europeos”, ejemplificó. “Cuando hacemos contratación pública tenemos que pensar en el valor que aporta no solo en la prestación, sino desde una perspectiva más amplia, y comprar a precio supone a veces renunciar a calidad de la empresa, del producto, del servicio…y eso es una mala praxis. Hay que comprar valor, ver qué resultados me aporta, no tanto el ahorro”, argumenta.

Al tiempo, sobre los mecanismos de transparencia que ayudan al cumplimiento del contrato público para asegurar que se cumpla el objetivo, Gimeno la reduce a “generar la competencia adecuada”. “Eso supone que el precio, cuando se fije, explique qué se quiere medir y para qué se quiere medir”, razona, al tiempo que afirma que muchas veces se utiliza “el ahorro como criterio de selección, y esto lejos de beneficiar la transparencia la perjudica”.

“La transparencia es el resultado. Cuando hacemos gestión pública el resultado no es cueste más o menos, sino que se preste el mejor servicio. En los servicios públicos es la mejor calidad dentro del margen presupuestario que tengamos, pero no por ahorrar puedo restarle calidad al servicio”, sentenció.