Blindaje policial para evitar enfrentamientos en el juicio contra José Cortiñas

La Audiencia Provincial ha comenzado este martes el juicio conta José Cortiñas, acusado de asesinar a su esposa Lupe Jiménez cuando estaba embarazada de su hijo. Lo ha hecho blindada por fuertes medidas de seguridad para evitar enfrentamientos entre la familia del acusado y de la víctima, que han recibido a Cortiñas con gritos de "asesino", llegando a golpear el furgón que lo trasladaba. 

Las autoridades judiciales preveían posibles altercados ante el reecuentro de las familias de la víctima y del acusado, por lo que autorizaron medidas de seguridad extraordinarios. Finalmente, la precaución resultó en parte innecesaria ya que los familiares del agresor no se desplazaron a Pontevedra. 

El abogado de la familia Jiménez, Víctor Bouzas, en declaraciones a los medios, ha informado de que el letrado de la defensa le ha adelantado que el acusado "va a reconocer los hechos" y ha añadido que cree que solicitarán que "se hable de un homicidio y no de un asesinato".

Por su parte, una de las hermanas de la fallecida, Cristina Jiménez, ha declarado que la familia espera que el acusado "sea condenado y que cumpla a pulso, sin privilegios", al tiempo que ha reiterado que desean "que cumpla la cadena perpetua".

Tras el crimen, ocurrido en 2014, el Consejo Gitano de Galicia ordenó el destierro de todos los familiares del agresor que vivían en Vigo, Santiago, A Coruña y Lugo "para evitar baños de sangre".

El presidente de la Sociedad Gitana de Galicia, Sinaí Jiménez, también ha acudido hasta la Audiencia de Pontevedra, donde ha trasladado su "satisfacción" por haber llegado "al juicio payo sin que se haya celebrado anteriormente, como es habitual, el juicio gitano".

Sinaí Jiménez ha pedido una "sentencia ejemplar" y ha reiterado su "confianza en la Justicia". "Hoy podemos estar contentos y alegres", ha dicho Jiménez, alegando que, gracias a la intervención del Consejo de Ancianos, se evitó "el ojo por ojo".

ASESINO CONFESO

Según recoge el escrito de Fiscalía, José Luis C.R., que está en prisión provisional por estos hechos desde el 25 de febrero de 2014, mató a su mujer el mismo día que la obligó a acompañarlo desde su casa en Vilaboa. Para ello, le propinó 12 puñaladas en la zona del tórax usando una navaja, que le clavó tres veces en el cuello y una en la muñeca.

En el momento de su muerte, Lupe Jiménez estaba embarazada de cinco semanas, de modo que al acusado le consideran autor de un delito de asesinato en concurso ideal con un delito de aborto. Asimismo, llevaba 24 años casada con su presunto asesino, de ahí que el fiscal y la acusación particular determinen que concurre la circunstancia agravante de parentesco.

Aunque el matrimonio vivía en Lugo, la mujer se mudó a vivir con su madre a Vilaboa un par de meses antes del crimen con sus cinco hijos menores por problemas en la pareja. El 23 de febrero de 2014, José Luis C.R. fue a buscarla a Vilaboa y la convenció para que la acompañase.

En ese momento, la familia de ella denunció su desaparición ante la Guardia Civil. Dos días después, el hombre fue detenido y él mismo relató dónde había dejado el cadáver de Lupe, en una zona forestal del ayuntamiento coruñés de O Pino.

Fiscalía, además de los 20 años de prisión, reclama que el acusado indemnice a los hijos de la mujer con 47.931 euros a cada uno de los cinco que entonces eran menores y con 19.172 a la única que ya era mayor de edad. La familia de la víctima ha reunido 5.000 firmas pidiendo que José Luis C.R. cumpla de forma íntegra la pena que se le imponga.