Guetos

Luis Gulín Iglesias

Ante tanta efeméride a celebrar durante el año 2016, hay una que ha pasado desapercibida entre los historiadores españoles. El 29 de marzo de 1516 el senado de la República de Venecia ordenó que 700 familias de judíos de la ciudad tendrían que vivir en una isla del barrio de Cannaregio, llamada Campo del Gueto Nuovo


En el dialecto veneciano, geto, es la fundición, haciendo mención a que la isla anteriormente se dedicaba a trabajos de fundición de hierro y cobre. Por lo tanto hace más de 500 años surgió una palabra que hoy en día tiene un significado y uso negativo, siendo sinónimo de segregación, genocidio o de persecución de minorías, tal como lo recoge la edición en español de http://www.venicethefuture.com/.


La vida en el barrio judío veneciano era bastante dura. Para diferenciarse de los demás habitantes, los judíos tenían que llevar cosido en sus ropas un círculo amarillo o portar el famoso gorro judío. Durante la noche regía el toque de queda. Solo los galenos judíos podían abandonar el barrio para atender a los pacientes cristianos. La policía fluvial que patrullaba el río alrededor de la isla tenía que ser costeada por los propios judíos, los alquileres de las casas eran mucho más elevados que para la población cristiana y no podían ni siquiera comprarlas.


Pero el barrio judío veneciano también se transformó a lo largo del siglo XVI y XVII en un punto de refugio de los judíos perseguidos en el centro de Europa, dado que la ciudad de los canales se transformó en una potencia importante de carácter naval y mercantil. La mayor parte de los huidos venía del imperio alemán, creando ya en Venecia en el año 1529 la Scola Grande Tedesca, la sinagoga alemana, siendo su influencia tan grande que la incluso la palabra geto, por causa de la pronunciación germánica, se transformó en lo hoy conocido como ghetto en lengua alemana.


También tuvieron fuerte presencia en las islas de Ghetto Nuovo, Ghetto Vecchio y Ghetto Nuovissimo entre los años 1540 y 1590 los sefardíes, judíos levantinos provenientes del imperio otomano y descendientes de la península ibérica, y los judíos de la comunidad ponentina, ex cristianos convertidos ahora al judaísmo, que en sus países de origen los llamaban “marranos”. Para este grupo el Senado de Venecia no toleraba ninguna zona gris de creencias, tenían que elegir en ser cristianos o judíos.


ImageVenicelifeinthefirstghetto


La importancia de la comunidad hebrea de Venecia a nivel histórico español reside en que el destino de la batalla de Lepanto en 1571 hubiera sido otro si los mercaderes y banqueros judíos no hubieran participado masivamente en la construcción de la flota veneciana para hacer frente a los turcos en el mar Mediterráneo.


La vida de la población judía veneciana en comparación con otras italianas era mucho más libre. En Roma, el Papa Pablo III mandó construir en 1555 un gueto judío, donde tenían que convivir en un espacio muy reducido los descendientes de la comunidad hebrea más antigua de Europa (antes del nacimiento de Jesucristo) con los refugiados sefardíes procedentes de España y del sur de Italia. En ese recinto les estaba prohibido leer el Talmud e incluso tenían que someterse a bautizos forzosos por orden papal.


Durante el siglo XVI, los judíos venecianos podían visitar las universidades italianas, desarrollar obras teatrales en el gueto, e incluso durante una temporada portar armas. Con el tiempo el barrio judío se transformó en una propia urbanización dentro de la ciudad de los canales, con gestión y gobierno autónomo, desde la traída del agua pasando por servicio de recogida de basuras incluso tener un propio poder judicial.


El fin del poder político y territorial de la Serenissima en el siglo XVII originó sus repercusiones negativas también para los judíos, en especial para el sector comercial e financiero, que tuvieron que ir a la quiebra o presentar una especie de suspensión de pagos. Después en el año 1866 con la creación del Reino de Italia los judíos recuperaron sus derechos civiles e incluso en 1910 con el veneciano Luigi Luzzatti al frente del gobierno, Italia tuvo su primer ministro hebreo.


 (foto REUTERS) 

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