​Iago Aspas debuta y evita la derrota de la selección en Wembley (2-2)

Los cambios lavaron la imagen de la selección. //Foto: @juanmata8

Se conocen como los minutos de la basura, pero ayer fueron el salvavidas de la selección española, que maquilló con un empate un partido al que nunca llegó a adivinar el rumbo. El de Wembley era un encuentro donde no se iban a repartir puntos, pero el prestigio y el mito que rodea al 'templo' inglés serviría a España e Inglaterra para mostrar fortalezas que potenciar y debilidades que corregir.

Si Lopetegui lo entiende así, Iago Aspas repetirá con la camiseta de la selección. Este martes lideró el intento de remontada que el conjunto nacional persiguió en los minutos finales del encuentro, tras el carrusel de cambios típico de los amistosos.

España nunca llegó a entrar en el partido, con una defensa experimental marcada por las bajas, con Thiago y Busquets anulados por el esquema planteado por Gareth Southgate, y la conexión imposible entre el centro del campo y la referencia en punta, Aduriz.

Tras una primera parte para olvidar y con un tanto por debajo en el marcador, la selección se fue al descanso. En la reanudación entró Aspas, que tuvo que empezar siendo testigo del segundo gol inglés.

Por delante, toda una segunda parte en la que, con cada cambio, España se afiló un poco más e Inglaterra se fue aferrando al resultado. El carrusel de entradas y salidas afiló al conjunto nacional, que por fin pudo acercarse a la portería inglesa. A hombros de Aspas y con Isco recogiendo el testigo de Silva llegaron los minutos de arreón.

El de moaña recordará toda su vida esta noche y el zurdazo que entró por la escuadra, en un país que donde no llegó a cuajar. Era el minuto 88. Isco redondearía el resultado en el descuento para salvar con números un partido que dejó más inquietudes que ilusión.