Augas de Galicia mantiene la alerta por sequía y sigue adelante con el trasvase

Augas de Galicia mantiene la alerta por sequía pese a las lluvias de diciembre y sigue adelante con la idea de ejecutar una captación de agua en el río Verdugo para reforzar el sistema de Eiras, el embalse que abastece al área de Vigo. En esta línea, el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, ha salido "moderadamente satisfecho" de la reunión convocada por Augas de Galicia con los ayuntamientos que se abastecen del sistema del embalse de Eiras, a la que fue invitado como representante del ayuntamiento "más afectado" por el proyecto de trasvase.

"Pero evidentemente queremos que sea una obra que surja del consenso de todos los ayuntamientos implicados", ha destacado el director del ente, Roberto Rodríguez, conocedor del problema que ha generado el trasvase, con las declaraciones cruzadas entre los alcaldes de Ponte Caldelas y Vigo.

Con todo, según ha reconocido, la captación en el Verdugo "generó una importante conflictividad", y la Xunta "está aquí para colaborar y ayudar, no para buscar soluciones que generen conflicto político y social". Por ello, ha admitido que "aún queda camino por recorrer". En el encuentro de este jueves, Vigo y Ponte Caldelas "mantuvieron posiciones enfrentadas", según Rodríguez, quien, con todo, ha valorado como un "acierto" esta cita, por la relevancia de "estar todos sentados" mostrando distintas opiniones "de forma tranquila".

La oficina técnica volverá a analizar la situación en la segunda semana de enero, según ha apuntado. "Nuestra intención es alcanzar ese consenso", ha subrayado el responsable de Augas, antes de aludir a los "titulares" y la "sobreactuación" que en su opinión ha generado una actuación que "no va a tener una afección medioambiental" y "va a respetar el caudal ecológico". Está prevista como una operación de refuerzo para "momentos puntuales", ha explicado.

Por su parte, Andrés Díaz dijo que aunque "Augas de Galicia aún no lo admite públicamente” todo camina hacia un nuevo plan de abastecimiento, ya que “da toda la sensación de que la ocurrencia de hacer esta salvajada ambiental de meter siete kilómetros de tubos por emergencia se acabó, porque ya empezaron a hablar de la necesidad de un consenso entre todas las partes”.

Por contra, el Gobierno vigués ha urgido a la Xunta a resolver el problema del agua mediante la aprobación "lo antes posible" de la actuación para ejecutar el trasvase, que es "imprescindible y prioritario". En relación con ello, ha apuntado que "más adelante se buscará la solución definitiva, pero el trasvase no se puede atrasar ni un solo día", y ha añadido que "cualquier atraso significaría un incumplimiento de las obligaciones" de la Xunta, quien a su vez ha abogado este jueves por que esta obra, que es rechazada por gobiernos como el de Salvaterra y Ponte Caldelas, surja del consenso de todos los ayuntamientos implicados.

"Todos los ayuntamientos afectados tienen que buscar ese consenso", ha reiterado el titular del organismo dependiente de la Xunta. La Xunta, ha añadido, está "tramitando esa obra al igual que el Ayuntamiento de Vigo", pues "se sigue en situación de alerta" y "no hay garantía de que no se pueda volver a la situación de hace un mes".

AGUAS PIDE QUE VIGO “INVIERTA EN SU RED”

Con todo, Roberto Rodríguez ha utilizado buena parte de su intervención ante los medios de comunicación para recordar que "se estuvo muy cerca de una situación de emergencia" y que si Vigo estuvo "a punto" de afrontarla "no" fue solo por una cuestión de "cantidad" de agua, ya que el embalse rondaba el 40%, sino también por calidad.

En este punto, ha indicado que en la reunión se ha instado a los municipios y "especialmente" al de Vigo a que "también tiene que hacer un esfuerzo por mejorar la garantía de potabilización", e "invertir en su red", de modo que dedique "los recursos que genera con la explotación del ciclo integral del agua", que ha estimado en unos 40 millones anuales.

Ahora, Eiras supera el 80% de su ocupación, el "máximo en esta época del año", pero Rodríguez ha insistido en que "la posibilidad de una emergencia" en esta zona "no solo depende de que se pueda hacer la obra, sino también de que Vigo sea capaz de invertir en su propia red" y de ese modo lograr un "mayor aprovechamiento del agua que existe", ya que los 25 días que quedaban de suministro hace un mes se daban con el embalse a ese 40%.