FAIA triunfa en el Principal ahondando en la tradición y en la vanguardia con Alvela
A la hija de Faia Díaz no le gustan las nanas que le canta su madre. Por lo visto ayer, al público sí. El Teatro Principal estuvo repleto y despidió a los músicos con una larga ovación puesto en pie.
Cierto es que a compostelana, popularmente más conocida por ser uno de las De Vacas, jugaba en la casa y tenía ganada la partida desde lo comienzo. Por su carácter innovador, “Al fin y a la postre Leirín” es uno de los discos más importantes de la música gallega de este siglo. Por lo tanto, las expectativas en torno a su segundo lanzamiento, este “Alvela” que se presentó el miércoles, son notables.
Las expectativas se cumplen, pues “Alvela”, por lo visto ayer, ahonda en el pionero camino abiertode su predecesor sin repetirlo, sobre todo en el tono y en la temática.
El folk gallego se mueve estos días entre los sonidos viejos herederos de la tradición de Milladoiro, Berrogüetto etc. y la revolución urbana que lideran Tanxugueiras, Hijas de la Cassandra, Mondra y otros artistas jóvens. FAIA y Hevi andan en medio generacionalmente y siguen por su propio camino al mismo tiempo tradicional y vanguardista. Logran crear un universo sonoro original, algo que tiene un mérito enorme en un tiempo de sobreproducción musical.
La cantante señaló al productor como pieza clave del proyecto. Su folk vanguardistacomparte con el old school soul rap pasado de rosca de Malandrómena una devoción por el ritmo. Ayer en el Principal la acompañaron un grupo de cuerdas de música cámara, pero bien podrían ser sustituidos por unos samples. No se entienda mal, fue una delicia ver como los músicos exprimían con virtuosismo sus instrumentos clásicos para construir las intimistas atmósferas de este Alvela.
Ambientes que oscilan entre la dulzura, la tristeza y la obsesión. Si en “Ao cabo Leirín” era una celebración del femenino en diverso, “Alvela” es una reflexión más oscura, pues se centra en los aspectos más duros de la maternidad. Un disco “feminista y político”, indicó la autora; a lo mejor porque las criaturas no so capaces de entender lo que les cantan, las palabras de las nanas en realidad salen y van dirigidas la quien las canta, la madre.
FAIA estuvo acompañada de la arpista bretona Bleuenn Lee Friec y del cuarteto vigués de cuerdas Suelen Estar Quartet, integrado por Elena Vázquez (violín), María José Pámpano (violín/viola), Macarena Montesinos (violonchelo) y Saúl Puga (contrabajo).
La acompañaron en las tablas sus camaradas de The Vacas y su madre, Tareixa Novo, con quien recitó Mixurriña, que aprendió siendo niña y que sale del archivo familiar, igual que Canta rola, la pieza que cierra el disco. Disco que, por cierto, el público no pudo comporar ayer por cosas de un inoportuno retrasologístico. Con todo, ya se puede descargar en las plataformas.
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