(RESUMEN) Borja Fernández reconcilia a la UDO y a la ciudad de Ourense con el fútbol moderno

A Borja Fernández le ha tocado conocer todas las caras del fútbol. Leyenda e ídolo en A Coruña o Valladolid vivió ascensos y campeonatos en España e India, pero también vio como muchos le daban la espalda cuando se vio salpicado en el 'Caso Oikos', una presunta trama de amaño de partidos. El ourensano defendió su inocencia desde el principio y el tiempo terminó por darle la razón, una vez se comprobó que las acusaciones no tenían fundamento y que la actuación policial sobre él resultó, cuanto menos, desproporcionada. También salió de mala manera del José Zorrilla y del club de su vida, dando en su momento un paso atrás en los banquillos para entrenar en su ciudad y terminar por ser un mito de la Unión Deportiva Ourense, que ha regresado de su mano a Segunda RFEF.

DE LAS CATACUMBAS A LA GLORIA

De hecho, "regresar" tal vez no sea la palabra para un equipo que ni conoce la categoría ni sabe lo que es perderla. La UDO nació hace una década heredando parte de la afición del desaparecido CD Ourense, un equipo que se derrumbó estando en Segunda B y dejando a una ciudad huérfana y desencantada con el fútbol moderno. De accionariado popular, la Unión Deportiva Ourense es un ejemplo de la oleada de "equipos de barrio", como Unionistas y SD Logroñés, que siguen un modelo alternativo frente al sistema cada vez más empresarial de los clubes de fútbol clásicos. 

En poco tiempo, la UDO fue progresando hasta plantarse en Tercera RFEF en la 22/23, justo después de subir a la antigua Tercera División y verse relegado por la reestructuración de la Segunda B, forzando al equipo a irse a Preferente una temporada. En 10 años los aficionados aurienses han visto a su equipo subir desde Tercera Federación, las catacumbas del fútbol gallego, hasta Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol nacional, donde podría medirse con su máximo rival, el Ourense CF, si estos perdiesen la categoría en Primera RFEF, algo que hoy parece improbable -están seis puntos por encima del descenso y quedan quince por disputarse-.

Un ejemplo de su buena gestión ha sido su progresión en esta temporada 2024/25, donde ha dominado prácticamente toda la campaña con puño de hierro y permitiendo muy poco a sus rivales: solo Sarriana, Arteixo, Betanzos y Somozas han podido rascar un punto en O Couto, un fortín donde el resto de encuentros la Unión cuenta sus partidos por victorias. De hecho, con tres jornadas todavía por jugar, la UDO solo necesitó un empate ante el Silva para certificar el campeonato con los once puntos de ventaja qu tiene sobre el Estradense en estos momentos. 

Esto habla un poco del buen hacer de Borja Iglesias en el banquillo, siendo esta su primera experiencia como preparador a primer nivel después de salir del juvenil del Real Valladolid. En temporada y media ha cambiado la cara de este club, logrando el gran objetivo de alcanzar la Segunda RFEF sin pensar en un techo para este club con el que ahora parece reconciliarse en gran medida con el fútbol, donde ha tenido muchos sinsabores pero sobre el que sigue saboreando alegrías tan inmensas como llevar a Ourense a una nueva categoría y más cerca del profesionalismo.