El Celta de Vigo suelta lastre en el mercado de fichajes con los caros remanentes de la era Rafa Benítez
El club celtiña busca aligerar la masa salarial con los futbolistas sin hueco en el proyecto de Giráldez.
Se las prometía muy felices en Celta de Vigo en el verano de 2023. Con el fichaje de Rafa Benítez para la dirección celeste los vigueses iniciaban un verano lleno de cambios. Llegaba una promesa como Manu Sánchez, una estrella como Jonathan Bamba y acababan de firmar a un diamante como Carlos Dotor, capitán del Real Madrid Castilla por el que habían invertido 3 millones de euros. Han pasado dos años y el técnico madrileño ya no está en Vigo -en el Celta dejó un muy mal recuerdo, pero se llevó un finiquito millonario-, Manu Sánchez no ha despuntado, Bamba se ha estrellado y Carlos Dotor es hoy una carga en la nómina de Claudio Giráldez, que ha cambiado la cara por completo a un Celta que sigue arrastrando la pésima gestión de la era Benítez, con remanentes que están obligados a salir este verano.
MILLONES TIRADOS...
Es el caso de Carlos Dotor, por el que preguntan en Segunda pero que en ningún caso dejará en caja los 3 millones que en su día pagó el Celta por él. Es más, seguramente no deje nada, pues en A Sede estudian la fórmula para rescindir a un futbolista con contrato hasta 2028 y cuya propiedad pertenece en un 50% al Real Madrid, por lo que requiere de ingeniería financiera para resolver su situación. Novias no le faltan, pues interesa al Málaga después de una cesión nada fructífera al Real Oviedo y remontar ligeramente en un cambio de aires al Sporting de Gijón.
Fue una de las muchas apuestas fallidas de Benítez, Luis Campos y Carlos Mouriño. De los fichajes de aquel verano, este fin de curso se han despedido Guaita, Manquillo y Jailson, mientras que Bamba, Douvikas y Allende (este último cedido) se marcharon en Navidad. Solo Starfelt y Ristic tienen opciones de seguir en Vigo de los fichados ese verano, ya que Carles Pérez, Manquillo o el ya citado Manu Sánchez están abocados a abandonar la nave olívica.
DEBERES PENDIENTES
Claudio Giráldez, Marco Garcés y Marián Mouriño sí han acertado con su planificación, pero tienen todavía deberes pendientes de los estragos de la etapa de Benítez en Balaídos. Carles Pérez es tal vez de los casos más complicados, pues tiene una de las fichas más altas y su año ha sido, de nuevo, para olvidar.
Salido de La Masía, irrumpió con fuerza en Can Barça antes de marcharse a la AS Roma, donde fue de más a menos. Acabó en Vigo en una operación interesante pero que salió rana y terminó cedido este año en Getafe, donde se repitió la historia: de más a menos para Bordalás, que lo excluyó de sus planes en la recta final de campaña. Termina contrato en 2027 y Giráldez no contempla su regreso. Encontrarle acomodo es una prioridad en estos momentos.
Buscarle pretendiente será difícil, mientras que con Manu Sánchez hay interés de clubes como el Alavés, donde estuvo esta temporada y donde rayó a gran nivel, demostrando que puede ser recuperable para la causa. Sin embargo, en Vigo escucharán ofertas por el lateral, que llegó en la operación por Javi Galán y que nunca logró hacerse un hueco en el cuadro gallego.
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