El alcalde de Vigo, Abel Caballero confirmó este martes que remitirá una carta al presidente Feijóo con el fin de reclamar a la Xunta que participe "en la misma medida que Ayuntamiento y Diputación" en la remodelación de la grada de Marcador del estadio municipal de Balaídos, lo que supondría un desembolso de 5 millones para el gobierno gallego, la misma cifra que aportan el Ayuntamiento de Vigo y la Diputación de Pontevedra. .
Un diputado denuncia que la Xunta pretende modificar la Ley para legalizar la ciudad deportiva y área comercial del Celta en Mos y así abrir la puerta a "grandes grupos internacionales".
La confluencia toma posición sobre la polémica intención de Carlos Mouriño de llevarse el Celta a Mos. Ahora que se va abrir el nuevo Plan de Ordenacion, la marea pide que se busque un espacio para que la ciudad deportiva se construya en el ayuntamiento olívico.
"El rechazo a las consecuencias que este proyecto acarrearía sobre la vida y la tranquilidad de los habitantes en Tameiga es unánime", dice la asociación dueña de los terrenos que ambiciona el presidente del Celta.
La confrontación desatada por el presidente del Celta contra el Ayuntamiento de Vigo arrecia. Carlos Mouriño cumplió este miércoles su amenaza y evitó sentarse al lado de Abel Caballero (PSOE) en el palco durante el partido que los celtiñas empataron ayer con el Barcelona en Balaídos (2-2). Caballero no se amedrenta y responde, en un episodio más de una guerra con intereses partidarios y económicos.
El propio Mouriño expresa que es la política del club. El presidente también reconoce la oferta china por Maxi Gómez.
El presidente celeste cree que en cuatro o cinco años tendrán estadio propio y prefiere el ascenso del Celta B que ganar la Europa League.
El presidente del club celeste dice que la decisión es "irreversible" y que construirán un nuevo estadio y una ciudad deportiva en otro lugar.
El presidente del Celta asegura tener "ofertas de fuera" de la ciudad si el concello no les vende el estadio o les da permiso para construir uno propio.
"Mi familia me dice que coja los cien millones y me vaya", afirma el presidente del club vigués, que no ha desvelado de qué posible comprador se trata.
O presidente do Celta mostrouse disposto a valorar esta posibilidade dada a falta de entendemento actual co Concello de Vigo.
El presidente del club vigués lo considera fundamental para la viabilidad de la entidad. Si no lo consigue, se va.
Acusan o presidente de esquecer a paixón. A operación está moi avanzada, pero aínda quedan trámites impiden establecer prazos.
El presidente tiene dos ofertas encima de la mesa. Aunque ahora guarda silencio, prometió dejar al club en buenas manos.