Victoria histórica del Celta en el Bernabeu frente a un Real Madrid desarbolado

El Real Madrid sucumbió en su propio feudo, el Santiago Bernabéu, ante un Celta de Vigo valiente y eficaz que se llevó una victoria épica por 0-2. Este triunfo rompe una racha negativa histórica para los celestes, ya que no ganaban en Liga en el campo madrileño desde 2006. Además, supone la cuarta victoria consecutiva a domicilio para el equipo vigués, un récord jamás alcanzado por el club en la máxima categoría.


Brillantez y valentía
El equipo dirigido por Claudio Giráldez planteó el partido de un modo impecable, mostrando valentía para tener el balón y atacar siempre que fuera posible. Montaron una defensa muy adelantada, a la altura de la divisoria, para desactivar la oleada inicial de los blancos.

A pesar de la ambición inicial del Celta, el Real Madrid, con su constelación de estrellas, acabó monopolizando el balón y acorralando al rival. El cuadro celeste, sin embargo, sobrevivió al primer tiempo con buena nota.
 

El Celta tuvo opciones para adelantarse con un par de contras finalizadas por Pablo Durán. En la más clara, Durán estrelló el balón contra Courtois en un mano a mano tras un pase de Bryan Zaragoza. El propio Durán tuvo que ser sustituido al descanso tras lastimarse un hombro.

El portero visitante, Andrei Radu, fue clave al detener un cabezazo de Bellingham tras un córner y frustrar con una gran parada un remate de Vinicius en la recta final del primer tiempo. También despejó un disparo lejano de Güler.



Swedberg, el gran héroe sueco
La segunda mitad comenzó con el Real Madrid asediando y obligando a Radu a intervenir ante un derechazo de Fede Valverde. No obstante, el Celta aguantó el momento crítico y empezó a encontrar espacios a la contra.

De esta forma, en el minuto 53, Williot Swedberg, que había relevado a Pablo Durán, silenció al Bernabéu. Bryan Zaragoza filtró un centro al área y el sueco, sin vigilancia, golpeó el balón con el exterior de la pierna derecha que se coló pegado al palo largo, imposible para Courtois.

El desconcierto tras el gol se agravó con la expulsión de Fran García, que vio dos tarjetas amarillas consecutivas y dejó al Real Madrid con 10 jugadores a falta de 26 minutos. A pesar de la inferioridad, los blancos apelaron a la heroica, poniendo en apuros al Celta. Mbappé estuvo cerca del empate con una vaselina que se fue por poco.

Los nervios continuaron adueñándose de los jugadores de Xabi Alonso. En la recta final, Carreras también se autoexpulsó tras recriminar airadamente al árbitro una tarjeta amarilla, dejando al Real Madrid con nueve jugadores.

 

Segundo gol y éxtasis

El Celta aprovechó la superioridad numérica final para sentenciar el partido en la prolongación. Iago Aspas, que había entrado para disputar los últimos minutos, asistió a Williot Swedberg. El sueco cerró su gran noche con su segundo tanto, permitiéndose incluso el lujo de regatear a Courtois antes de empujar el balón a la portería.


El Celta de Vigo regresa a casa con tres puntos que lo colocan en la décima plaza y con la moral alta de cara a su próximo compromiso europeo. Por su parte, el Real Madrid, sumido en un estado de nerviosismo, se aleja del liderato y se enfrenta a una semana complicada de críticas.