Forestales de la Xunta piden mantener la moratoria al eucalipto y alertan de plantaciones ilegales
Hace décadas que es ilegal plantar eucalipto en zonas de cultivo. Desde hace unos años, además, es ilegal plantarlo en terrenos donde no se haya plantado antes. Sin embargo, la asociación de técnicos forestales que tabaja en la Xunta apunta a que la superficie de esta árbol pirófila, que aprovecha los incendios para ganar terreno, sigue creciendo debido a las plantaciones ilegales.
La Asociación Profesional de Enxeñería Forestal da Xunta (Apenfoga) ha alertado de que en Galicia se plantaron 6.000 hectáreas más de eucalipto en 2023 que en 2022, lo que supone un incremento del 1,4% en la superficie total ocupada por esta especie, hasta alcanzar las 419.051 hectáreas, según datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia (IFCG). La entidad advierte de que este crecimiento refleja la proliferación de plantaciones ilegales, que estarían desbordando la capacidad de control e inspección de los distritos forestales.
La preocupación de la asociación se centra en el fin de la moratoria del eucalipto, decretada en 2021 y que concluye el próximo 31 de diciembre, por lo que reclama a la Xunta una decisión clara y la puesta en marcha de una nueva prórroga. Según Apenfoga, el periodo de suspensión temporal de nuevas plantaciones debería haber servido para diseñar una regulación técnica y normativa que ordenase de forma eficiente el uso de esta especie, algo que consideran no se ha hecho.
Desde la asociación recalcan que en todo este tiempo no se ha llevado a cabo ningún análisis de la evolución de la superficie ocupada por el eucalipto y tampoco se han plasmado criterios básicos de planificación forestal para controlar su expansión. Por ello, insisten en que resulta necesario mantener el parón en nuevas plantaciones hasta que la Consellería de Medio Rural disponga de información actualizada del Inventario Forestal y establezca directrices claras que se ajusten a los objetivos planteados en la revisión del Plan Forestal de Galicia.
La entidad profesional manifiesta que la situación actual está provocando un crecimiento paralelo de plantaciones fuera de la legalidad, en ocasiones difíciles de detectar o sancionar por la falta de recursos humanos y materiales en las tareas de inspección. Afirma que los distritos forestales encargados de vigilar el cumplimiento de la normativa se encuentran sobrepasados y no pueden hacer frente al volumen de infracciones vinculadas al eucalipto.
Enfrentamiento de intereses
La polémica sobre el papel del eucalipto en Galicia no es nueva y enfrenta a diferentes sectores con posiciones claramente enfrentadas. Por un lado, se encuentran los profesionales forestales y colectivos medioambientales que advierten de los impactos negativos de esta especie, vinculados a la pérdida de biodiversidad, la alteración del suelo, la homogeneización del paisaje y el incremento del riesgo de incendios forestales.
Del otro lado, la industria papelera y de transformación de la madera defiende el valor económico de los eucaliptales y su importancia estratégica en Galicia. Empresas del sector vinculan directamente el desarrollo de esta especie con la creación de empleo y la competitividad en los mercados internacionales. Argumentan que Galicia dispone de unas condiciones climáticas únicas en Europa para el cultivo del eucalipto y que su gran productividad lo convierte en una materia prima imprescindible.
La industria recalca que el eucalipto gallego abastece de forma mayoritaria a las fábricas de pasta y papel, donde supone la base para un importante volumen de exportación. Además, subraya que la cadena de valor forestal es uno de los motores económicos de la comunidad, dado que genera miles de puestos de trabajo entre plantaciones, explotaciones forestales, transporte, aserraderos y fábricas papeleras. Según fuentes del sector, una limitación excesiva al cultivo de eucalipto pondría en riesgo centenares de empleos directos y miles de indirectos en zonas rurales, en muchos casos sin alternativas inmediatas.
El papel del Plan Forestal de Galicia
El Plan Forestal de Galicia 2021-2040 fija objetivos para diversificar las especies arbóreas y reducir la dependencia del eucalipto, estableciendo un techo máximo de 500.000 hectáreas, que permitiría dejar margen para la industria pero limitando su crecimiento. Sin embargo, los datos de 2023 muestran que esta tendencia continúa al alza sin el debido control.
Apenfoga entiende que, sin medidas claras ni un marco normativo que respalde la aplicación de este plan, cualquier levantamiento de la moratoria sería un paso atrás. Por ello, apremia a la Xunta a no dejar expirar el actual periodo de suspensión, que termina a final de año, sin ofrecer opciones que permitan conjugar los intereses de los propietarios forestales, la industria, el medio rural y la conservación ambiental.
El Gobierno gallego se encuentra ahora en el centro de la controversia, presionado tanto por la industria papelera, que pide seguridad jurídica para seguir abasteciéndose de materia prima, como por los profesionales forestales y colectivos ecologistas, que insisten en la necesidad de prolongar la moratoria y definir un plan firme. De fondo, la gran ola de incendios que arrasó el sur de Galicia este verano y el polémico plan de Altri para crear una macrocelulosa en Palas de Rei, lo que podría disparar la demanda de eucalipto.
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