Galicia se prepara para huelga solidaria por Palestina con división sindical y rechazo patronal

En Galicia, la movilización se articula en torno a tres grandes bloques sindicales con convocatorias diferentes. El sindicato CUT (Central Unitaria de Traballadores) destaca como el único en convocar una huelga general en toda la comunidad. La CUT sostiene que esta acción busca ir más allá de las palabras y gestos simbólicos, promoviendo una respuesta unitaria de la clase trabajadora gallega como muestra de solidaridad internacional y defensa de los derechos humanos, subrayando que su convocatoria supera siglas y pretende integrar a todas las organizaciones laborales en torno a una plataforma de respuesta masiva.​

Por su parte, la CIG (Confederación Intersindical Galega), el sindicato con mayor representación en la comunidad, ha convocado paros generales de cuatro horas por turno tanto en empresas públicas como privadas. Estos paros tendrán lugar de 22:00 a 02:00 en el turno de noche, de 10:00 a 14:00 en el turno de mañana y de 18:00 a 22:00 en el de tarde. Además, la CIG anima a realizar concentraciones en los centros de trabajo y participar en movilizaciones en las principales ciudades gallegas a las 19:30 bajo el lema “Tamén no traballo paremos o xenocidio”.​

UGT y Comisiones Obreras no han convocado huelga general, pero sí paros parciales de dos horas por turno en todos los centros de trabajo, siguiendo el modelo de otras comunidades autónomas. La federación gallega de UGT y CC.OO. pretende así incorporar una jornada de movilización visible pero no disruptiva y ha instado a sus afiliados a secundar las concentraciones y actos reivindicativos programados para el día.​

Los sindicatos estudiantiles y de profesores, además, han lanzado llamamientos para movilizaciones y paros en los entornos educativos, en especial para la participación en manifestaciones y concentraciones de la tarde.​

La Xunta acaba de hacer pública la resolución de servicios mínimos referidos a esta jornada.

La patronal gallega ha expresado su rechazo a la huelga general y los paros laborales convocados para el 15 de octubre en solidaridad con Palestina. La Confederación Empresarial de Pontevedra (CEP) ha manifestado que la huelga y los paros “no responden a la relación entre empresarios y trabajadores ni a la gestión empresarial”, subrayando que la convocatoria “no se adecua al libre ejercicio del derecho de huelga en defensa de condiciones de trabajo, empleo y negociación colectiva”. Según la patronal, las movilizaciones se consideran ajenas al interés profesional de los trabajadores, ya que su motivo es político y solidario más que laboral.​

Jorge Cebreiros, presidente de la CEP, ha señalado que, aunque los fundamentos de la huelga sean legítimos en términos de solidaridad, esta acción supone un “desvío total de la actividad económica y laboral de las empresas gallegas”. La patronal alerta sobre el “perjuicio económico y productivo” que supondría el cese de actividad y califica la convocatoria como “carece de justificación y se enmarca dentro de la ilegalidad”. Finalmente, la CEP insiste en que las huelgas deben responder prioritariamente a reivindicaciones laborales, como salarios, convenios o condiciones de trabajo, y no a motivaciones externas.​

La jornada de huelga y paros está marcada por la amplia división sindical y política gallega. Mientras la CUT ha apostado por la huelga general en busca de máxima contundencia, la CIG ha optado por paros amplios en todos los sectores y CC.OO. y UGT por movilizaciones y paros puntuales, reflejando así la diversidad de estrategias y sensibilidades sindicales ante la crisis palestina. Colectivos sociales, como BDS Galiza y la Coordinadora Gallega de Solidaridad con Palestina, han organizado acciones en calles y centros laborales, en especial concentraciones vespertinas en las principales ciudades gallegas. 

Acuerdo de Paz en Gaza: Identificación de rehenes y temor por la fragilidad del alto al fuego

La situación en la Franja de Gaza se encuentra en un delicado equilibrio este martes 15 de octubre, marcada por el inicio de la implementación de un acuerdo de paz que busca poner fin a la devastadora confrontación. La jornada se centra en la verificación de los primeros puntos del pacto, si bien se han registrado incidentes que siembran dudas sobre la solidez del alto el fuego.

La noticia de mayor relevancia en las últimas horas es la culminación del proceso de intercambio de rehenes y prisioneros. Tras la entrega de los cuerpos de los últimos rehenes israelíes retenidos por Hamás, el Ejército israelí ha confirmado el inicio de los procedimientos de identificación forense.

Simultáneamente, Israel ha puesto en libertad a un número significativo de presos palestinos como parte del acuerdo. No obstante, este proceso no ha estado exento de tensiones, con informes de deportaciones y una profunda decepción entre algunas familias palestinas, que esperaban el regreso a casa de sus parientes liberados.

A pesar de la firma del acuerdo y la proclamación de "paz en Oriente Medio" por parte de los mediadores internacionales, la violencia no ha cesado por completo. Las autoridades de Gaza han denunciado la muerte de civiles a manos del Ejército israelí en el norte del enclave, víctimas que presuntamente intentaban regresar a sus hogares para evaluar los daños. Por su parte, el Ejército israelí ha justificado los disparos alegando que se trataba de "sospechosos" que se acercaron a las tropas o traspasaron una zona de exclusión denominada la "línea amarilla".

Mientras los ciudadanos gazatíes comienzan a regresar a las zonas de las que fueron desplazados, se enfrentan a un panorama de destrucción masiva. La magnitud de los daños es tal que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que el coste de la reconstrucción superará los 60.500 millones de euros.

En el ámbito humanitario, el paso fronterizo de Rafah ha sido abierto bajo supervisión de la Unión Europea para permitir la entrada de ayuda, y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado la expansión de su asistencia. Sin embargo, las agencias de la ONU advierten que el flujo de ayuda sigue siendo insuficiente y claman a Israel por la apertura de todos los cruces fronterizos para garantizar la entrada masiva y sin trabas de suministros esenciales.

En el plano político, Qatar ha confirmado el inicio de las negociaciones para la segunda fase del plan de paz. Desde España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reafirmado el mantenimiento del embargo de armas a Israel y la disposición de enviar tropas de paz a Gaza, al mismo tiempo que insiste en que no puede haber "impunidad" para los autores del genocidio y pide que sigan los procesos en la Corte Penal Internacional.