¿Cobrar por visitar la Praia das Catedrais de Ribadeo? El alcalde enciende otra vez el debate

El alcalde de Ribadeo, el popular Dani Vega, planteó durante las jornadas Ribadeo cara ao Mar la posibilidad de establecer un pago por visitar la Praia das Catedrais, el monumento natural más conocido de A Mariña lucense. Vega reconoció que la propuesta es complicada porque la legislación prohíbe cobrar por entrar a un espacio de dominio público, pero aseguró que buscará alternativas que permitan hacerlo de forma legal.

Durante su intervención, el regidor defendió que el cobro serviría para “poner en valor” el entorno natural, muy frecuentado durante los meses de verano, y para contribuir al mantenimiento de las infraestructuras. “Non queremos que ninguén se vaia, pero si que se aprecie o que se vén a ver”, señaló, en referencia a la necesidad de concienciar a los turistas sobre el cuidado del enclave.

La idea se enmarca en un viejo debate que Galicia ha vivido en más de una ocasión: cómo compatibilizar la masificación turística con la protección ambiental de lugares frágiles. En el caso de As Catedrais, la Xunta de Galicia implantó en 2015 un sistema de acceso gratuito con cita previa, que sigue vigente cada verano para controlar la entrada diaria, limitada a unas 5.000 personas. Antes de esa medida, el arenal llegaba a recibir más de 250.000 visitantes cada año, una cifra que generaba importantes problemas medioambientales y de conservación.

Posible tasa por aparcamiento

Vega considera que cobrar una cantidad moderada no debería “asustar a nadie”, recordando que en muchos enclaves turísticos internacionales se paga una entrada simbólica por visitar espacios naturales. Subrayó que su intención no es disuadir la llegada de visitantes, sino hacer que valoren “lo que vienen a ver”. En este sentido, el alcalde adelantó que el cobro no sería directo por el acceso a la playa, sino que podría aplicarse vinculado al uso de servicios o aparcamientos.

El regidor avanzó que uno de los mecanismos que estudia el Concello es imponer una tasa de estacionamiento cuando esté finalizado el aparcamiento que se construirá en terrenos expropiados durante el anterior mandato municipal. La recaudación, según explicó, se destinaría al mantenimiento del área, incluyendo los baños públicos, la limpieza y las infraestructuras turísticas que dan servicio a quienes visitan el arenal.

Aunque el método no está definido, Vega defendió que sería una cantidad “normal e sensata”, y dejó la puerta abierta a que una parte de los ingresos revierta directamente en el propio Concello ribadense, con el fin de reforzar los servicios locales en temporada alta.

Entre las voces que se pronunciaron durante la mesa redonda se encontraba el presidente del Real Club Náutico de Ribadeo, quien manifestó su respaldo a la idea, al considerar que “las cosas gratis muchas veces no se valoran lo suficiente”. Por el momento, ni la Xunta de Galicia, titular del espacio protegido, ni la Consellería de Medio Ambiente se han posicionado sobre la propuesta, aunque fuentes del departamento autonómico recordaron en anteriores ocasiones que no se puede cobrar por acceder al arenal, al tratarse de una zona de dominio público marítimo-terrestre.

El debate no es nuevo en Galicia. A lo largo de la última década, se han estudiado distintas fórmulas para regular económicamente la presión turística sobre enclaves naturales. 

En 2018, la Xunta barajó implementar un sistema de contribución voluntaria en la propia Praia das Catedrais, aunque la propuesta no prosperó. También se discutió en su momento la posibilidad de extender el modelo a otros espacios con alta afluencia, como las Islas Cíes o el Parque Nacional Illas Atlánticas, donde sí se exige un permiso, aunque sin pago directo. 

La Praia das Catedrais, situada a pocos kilómetros del casco urbano de Ribadeo, está considerada uno de los principales atractivos turísticos de Galicia. Sus singulares formaciones rocosas, moldeadas por la erosión del mar y el viento, dan nombre a este espacio declarado Monumento Natural en 2005. Según datos de la Xunta, entre los meses de julio y septiembre se concentran más del 70% de las visitas anuales, principalmente de turistas nacionales, muchos procedentes de Madrid, Castilla y León y del norte de Portugal.

Para los vecinos y empresarios locales, el flujo de turistas representa una fuente económica clave, especialmente para la hostelería, el comercio y los servicios de alojamiento rural. Sin embargo, en los últimos años se han escuchado voces que reclaman un modelo más sostenible, que limite el número de visitantes y garantice la preservación del ecosistema costero.