Agromuralla se expande a otros sectores y envía ayuda a los ganaderos afectados por los incendios
La asociación gallega Agromuralla, conocida por su defensa del sector lácteo, ha intensificado su actividad solidaria este invierno, enviando forraje a los ganaderos damnificados por la ola de incendios en Ourense, mientras expande sus horizontes para integrar a productores de carne y viticultores bajo su paraguas.
La solidaridad vuelve a ser el motor de Agromuralla este año, tras la serie de incendios forestales que han devastado el interior de Ourense y dejado a numerosos ganaderos sin recursos esenciales para sus animales. La organización, que nació hace una década a raíz de las protestas en carretera por los bajos precios de la leche, dice que ha canalizado la donación de 34 camiones de silo y hierba seca provenientes de diferentes puntos de Galicia, cumpliendo así uno de sus históricos objetivos: apoyar y unir al sector rural ante las adversidades.
Nueva etapa y ampliación de actividades
En Lugo se concretó este fin de semana, durante la Asamblea General extraordinaria por el décimo aniversario, la renovación de la Junta Directiva de Agromuralla. La presidencia pasa de José Luis Pérez Barreiro, tras cuatro años de mandato, a Noelia Rodríguez, quien dirige una explotación de vacuno en A Pastoriza y ha ejercido como asesora jurídica de la entidad desde su fundación. Este cambio viene acompañado por la voluntad explícita de abrir la asociación al conjunto de productores gallegos: no solo ganaderos de leche, sino también de carne y viñedo.
Agromuralla ha reafirmado, con el respaldo de sus cerca de 400 socios, la estrategia de integrar nuevos sectores. Pablo González, viticultor de Quiroga y tesorero de la nueva directiva, junto con representantes de diversas explotaciones cárnicas y otros miembros del sector primario, suman sus voces al nuevo rumbo de la asociación.
Esta apertura constituye una respuesta a los retos comunes: la persistencia de precios bajos en origen, la dificultad del relevo generacional y la escasa valoración social del trabajo agrícola y ganadero.
Un relato de solidaridad gallega
Desde las primeras tractoradas que reclamaban justicia para los productores de leche, Agromuralla ha mantenido la premisa de defensa activa y pública de los intereses rurales. Su actuación durante los incendios del verano en Ourense es reflejo de esta dinámica solidaria. En localidades como Monterrei, A Mezquita, Manzaneda, A Rúa, Quiroga, Chandrexa de Queixa y A Pobra de Trives, la asociación ha suministrado alimento esencial a los ganaderos más afectados, replicando estrategias de ayuda que ya aplicaron en emergencias previas, como las vividas en Os Ancares en 2017.
La gestión del transporte y la logística del forraje cuenta con la cooperación de los socios y la implicación directa de camioneros y empresas del transporte. Muchos de los destinatarios han perdido sus establos y almacenes a causa del fuego, por lo que la previsión es que las entregas continúen a lo largo de todo el invierno. Desde la asociación destacan el papel del compromiso colectivo y la colaboración ciudadana gallega como pilares frente a la adversidad.
Renovación institucional y proyección hacia el futuro
El ejercicio de renovación interna de Agromuralla, plasmado en la Asamblea celebrada este noviembre, evidencia la estabilidad y cohesión de la organización. Los nuevos miembros de la directiva, entre los que figuran Alberto Fouce (vicepresidente), Antonio Alvite (secretario), y los vocales José María Castro, Miguel Pérez y Javier Regueiro, refrendaron la apuesta por el diálogo abierto y la representación plural dentro del sector primario gallego.
Agromuralla surgió como respuesta al abandono del sector lácteo y los precios injustos que amenazaban la supervivencia de miles de explotaciones familiares en Galicia. En estos diez años, ha liderado movilizaciones, negociado ante la administración y defendido la unidad de los productores rurales gallegos, marcando distancia de los enfoques corporativos y abogando siempre por la acción comunitaria. Ahora, en palabras de sus actuales responsables, la prioridad es garantizar que todas las voces del sector primario se sientan representadas, protegidas y escuchadas.
La transformación de Agromuralla refleja, en definitiva, una nueva etapa de dinamismo y apertura hacia el futuro rural gallego, en la que la colaboración y la solidaridad se proyectan como herramientas centrales para sortear los desafíos actuales y próximos del campo.
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