La caza no es capaz de contener al jabalí, que ya provoca 11 accidentes al día en Galicia
La peste porcina ha disparado el interés por la contención del jabalí a pesar de que lleva lustros siendo una plaga que provoca siniestros en la carreteras, a veces con consecuencias fatales. La reunión de hoy en la Xunta ha servido para costatar que la caza, tal y como está organizada hoy, no es la solución, según reconocen los propios cazadores.
El número de accidentes de tráfico provocados por jabalíes en Galicia alcanzará a finales de 2025 una media superior a 11 siniestros diarios, según las previsiones del grupo de trabajo de la Xunta para la gestión de la fauna silvestre. Este dato confirma la tendencia al alza en los incidentes con este animal, después de que en 2024 se registraran 10,6 accidentes al día en las carreteras gallegas.
La situación, considerada ya crítica por el sector agrario, centró este martes una reunión del grupo interdisciplinar que coordina las medidas para controlar la población de jabalíes en la comunidad. En el encuentro, las organizaciones agrarias Unións Agrarias (UU.AA.) y Sindicato Labrego Galego (SLG) expresaron su rechazo a que se siga delegando “toda la gestión” del problema en los cazadores, una estrategia que, aseguran, “ha demostrado no ser eficaz”.
Los representantes del sector alertan además de la creciente preocupación por los casos de peste porcina africana (PPA) detectados recientemente en fauna silvestre de Cataluña, aunque por ahora no se ha expandido a otras regiones.
Un modelo agotado
Desde el Sindicato Labrego Galego, su portavoz Brais Álvarez advirtió que los propios cazadores han reconocido en la reunión que “están al límite” y que no pueden asumir más responsabilidad. Por ello, consideró ineficaz la medida de reducir las tasas a los tecores —terrenos cinegéticamente ordenados— que consigan completar su cupo de capturas. “Esa estrategia no resolverá el problema de fondo”, subrayó.
En una línea similar se pronunció el dirigente de Unións Agrarias, Félix Porto, quien alertó de que los siniestros ya se acercan a diez accidentes diarios, sin contar con noviembre y diciembre, los meses con mayor concentración, entre un 30% y un 40% del total anual. Porto cree que el año terminará “por encima de los once”.
Para este sindicato, existe una necesidad “imperiosa” de disminuir la población de jabalíes en Galicia. Sin embargo, denuncia que la caza no puede ser la única solución, ni siquiera con la declaración de emergencia cinegética vigente en más del 80% del territorio. Unións propone la creación de cuadrillas profesionales de control y la aplicación de otros mecanismos técnicos y administrativos que permitan actuar con mayor eficacia.
Los cazadores gallegos vienen advirtiendo en las últimas semanas que la situación con el jabalí es de “plaga” y “límite”, y que, tal y como está planteado ahora, no pueden asumir en solitario el control de la especie. Mientras la Xunta refuerza la vía cinegética con emergencias y nuevas modalidades de caza, las entidades de caza reclaman más medios, planificación y corresponsabilidad de otras administraciones.
Por su parte, el SLG planteó la posibilidad de bonificar a las granjas en extensivo dentro de las convocatorias de ayudas públicas, para que dispongan de fondos suficientes para reforzar cierres y ejecutar obras de protección frente al animal. También propuso el uso de jaulas de captura, elementos disuasorios o incluso la castración química como herramientas complementarias para contener la expansión del jabalí.
Además, desde el mundo cinegético se subraya que el jabalí se ha convertido en una “auténtica plaga” en Galicia, con presencia habitual en ciudades, playas y zonas comerciales, y que la presión social recae sobre los cazadores mientras la especie se expande y aumentan los accidentes de tráfico y los daños agrícolas. Por eso reclaman que la Xunta y el Gobierno central asuman más liderazgo, financien medidas estructurales y definan una estrategia nacional frente al jabalí y al riesgo de peste porcina africana, en lugar de limitarse a “abrir más días de escopeta”.
Nuevas modalidades de caza
El grupo de trabajo para la gestión del jabalí está formado por representantes de diversas administraciones y entidades: el Ministerio de Transportes, la Axencia Galega de Infraestruturas, la Guardia Civil de Tráfico y el Seprona, además de la Policía Autonómica, las Consellerías de Medio Rural y Sanidade, la Fegamp, la Federación Galega de Caza, las sociedades de cazadores y los sindicatos agrarios.
En el seno de esta reunión, la Consellería de Medio Ambiente presentó una serie de propuestas que incluyen, además de la reducción de tasas a los tecores más activos, la incorporación de nuevas modalidades de caza, como la caza al salto, al rececho o en mano, con el objetivo de aumentar la presión sobre la especie y diversificar las técnicas de control.
La directora xeral de Patrimonio Natural, Marisol Díaz, presidió la sesión y se mostró dispuesta a estudiar estas modalidades alternativas. Díaz defendió los incentivos y bonificaciones, como la exención de tasas a los tecores que cumplan íntegramente su cupo anual de capturas. Subrayó que la intención de la Xunta es premiar a los colectivos más comprometidos con la gestión responsable del problema.
Durante la reunión, la responsable autonómica recordó que la limpieza de terrenos, cunetas e infraestructuras en los entornos urbanos y periurbanos corresponde a los concellos, e instó a la Fegamp a recordar a los ayuntamientos sus obligaciones legales en esta materia. Mantuvo que la influencia de zonas abandonadas o cubiertas de maleza en la proliferación de jabalíes es directa, al ofrecerles alimento y lugares de cobijo. En este punto, apeló a una mayor implicación municipal en la gestión de biomasa y maleza para evitar que los animales se acerquen a las zonas pobladas.
Coordinación nacional por la peste porcina africana
Otro de los temas abordados en el encuentro fue la preocupación creciente por la peste porcina africana (PPA). Aunque hasta el momento solo se han confirmado casos en Cataluña, la Xunta defiende que se trata de un problema de alcance nacional que exige una respuesta coordinada entre comunidades y administración central.
Marisol Díaz pidió a los representantes del sector agrario afrontar la situación con tranquilidad, destacando que las autoridades catalanas dan la enfermedad por controlada. No obstante, la Consellería considera que la prevención debe ser una prioridad nacional, dado el enorme impacto que un brote descontrolado podría tener en el sector porcino gallego, uno de los pilares de la producción agroalimentaria de la comunidad.
En este sentido, recordó que el Gobierno gallego ha solicitado la convocatoria urgente de una Conferencia Sectorial específica, con la participación de los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, y de Transición Ecológica y Reto Demográfico. El objetivo es coordinar medidas homogéneas en todo el país, tanto en el control de la fauna como en la respuesta sanitaria ante posibles nuevos focos.
Díaz insistió en que el esfuerzo económico y logístico no puede recaer solo en las comunidades autónomas, sino que debe ser compartido por el conjunto del Estado. Según su planteamiento, una estrategia común y coordinada permitirá actuar con mayor eficacia y prevenir el riesgo de propagación a otras zonas. advierten los expertos, refleja una creciente descompensación ecológica que no se resuelve únicamente con medidas cinegéticas.
Escribe tu comentario